Por estos días llegó a las salas de cine Pantera Negra, centrada en las aventuras del superhéroe epónimo (el jueves publicamos una reseña de Gonzalo Curbelo). El personaje fue creado por Jack Kirby, con algo de ayuda de Stan Lee, en 1966. Pero tranquilos, que no hay que dominar más de 50 años de historietas para disfrutar del espectáculo, aunque sí conviene tener un mínimo conocimiento de ese monstruo grande que pisa fuerte llamado Universo Cinematográfico Marvel.

Desde hace diez años, con el estreno de Iron Man, comenzó a construirse una serie de películas más o menos conectadas, que relataban la llegada al mundo de diferentes paladines de la justicia, su esperada unión para combatir una invasión extraterrestre y las divisiones que terminarían en una gigantesca Guerra Civil (o al menos en una pelea en un aeropuerto).

No es necesario saber que el Doctor Strange anda con el Ojo de Agamotto, que la identidad secreta del Halcón es Sam Wilson, ni absolutamente nada que tenga que ver con el Hombre Hormiga; pero hay algunos detalles que pueden hacer más disfrutable la experiencia de ver Pantera Negra sin haber visto las diecisiete (17) películas anteriores.

1) Super-población. Además de los personajes mencionados, este mismo universo está habitado por el Capitán América, Thor, la Viuda Negra, Ojo de Halcón (no confundir con “Halcón” a secas), Hulk, Spider-Man y los Guardianes de la Galaxia, además de un montón de aliados y archienemigos. ¿Qué pasa con los X-Men y los Cuatro Fantásticos, que no aparecen? Es que sus derechos están en manos de otra compañía... que Disney está a punto de comprar. ¡Que vivan los monopolios, baby!

2) Rincones secretos. En los cómics de Marvel, cada tres o cuatro meses los superhéroes se encontraban con algún rincón de nuestro planeta que jamás había sido explorado (excepto por sus habitantes, claro está). La Tierra Salvaje, una jungla con animales prehistóricos ubicada en el continente antártico. Attilan, la cuna de los Inhumanos. La ciudad mística de K’un-Lun y el continente perdido de la Atlántida también forman parte de la mitología. Y luego está Wakanda, donde se desarrolla gran parte de la película dirigida por Ryan Coogler. Esta nación africana permanece aislada del mundo para ocultar su mayor secreto: un enorme yacimiento de “vibranio”, que le permitió desarrollar su ciencia y su tecnología. Detrás de la fachada de país empobrecido del Tercer Mundo se esconden máquinas voladoras, maravillas de la medicina y hasta flores que te dan superpoderes. Hay que suspender un poquito el descreimiento para comprar la idea de una carrera tecnológica paralela, pero la acción y el colorido serán de gran ayuda.

3) Ulysses Klaue y el vibranio. Andy Serkis es un actor que sabe cómo divertirse. Gracias a la captura de movimiento, ha interpretado a Gollum en las adaptaciones de El Señor de los Anillos de Tolkien, César en la más reciente trilogía de El Planeta de los simios y Snoke en los episodios 7 y 8 de Star Wars. Aquí lo vemos interpretando por segunda vez a Klaw, un villano tan grotesco que hace que el Joker de Jared Leto parezca un vendedor de seguros. En La Era de Ultrón (2015), Ulysses es un traficante de armas que consiguió lo que parecía imposible: robar una gran cantidad del preciado metal de Wakanda. Este fue utilizado por el supervillano de turno para sus planes. Tranquilos, que ganaron los buenos, como siempre... aunque le dio muy mala fama al vibranio alrededor del mundo.

4) T’Challa. Chadwick Boseman interpreta por segunda vez al primogénito del rey T’Chaka. Su debut fue en Capitán América: Guerra Civil (2016), donde padre e hijo asistieron a una reunión en la que se discutía el registro obligatorio de supertipos por parte de las Naciones Unidas, luego de un atentado que les costó la vida a varios wakandanos (¿wakandenses?). Una bomba terminó con la vida del monarca y T’Challa salió con garras y colmillos en busca del asesino de T’Chaka. Hubo golpes, persecuciones, bla bla bla... y pudo calmar (no colmar) su sed de venganza antes de que llegaran los créditos finales y las escenas extra.

Allí nos enteramos de que el manto de Pantera Negra se transmite de generación en generación. El joven ya era el protector de su pueblo, y luego de la muerte de su padre deberá convertirse también en rey.

Las cartas están sobre la mesa. En un mundo con un puñado de seres con habilidades especiales, el heredero al trono de una nación tecnológicamente avanzada deberá adaptarse a su nuevo rol, mientras Ulysses Klaue y un misterioso aliado ponen en peligro los secretos de Wakanda.

Respecto de la película en sí, entretiene durante las dos horas y continúa el camino iniciado por Spider-Man: Homecoming y Thor: Ragnarok, que con su identidad propia le dieron una bocanada de aire fresco a la repetitiva (pero muy taquillera) fórmula de los 15 films anteriores. El villano es de los mejores y al menos una de las escenas de acción los dejará sin aliento. Lo malo: en Wakanda también existen los tontuelos que grafitean su nombre en las paredes.

Lecturas recomendadas. T’Challa es otro de los tantos hijos de la dupla Kirby/Lee, pero sus mejores momentos llegaron de la mano del guionista Christopher Priest, quien en 1998 introdujo a varios de los personajes secundarios de la película. Mientras que en 2005 tuvo otro gran momento en las historietas gracias a las historias de Reginald Hudlin. Ambos pueden leerse en forma legal a través de servicios digitales como ComiXology o Marvel Unlimited.