Una delegación de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y otra de Candidatura de Unidad Popular (CUP) viajaron a Bruselas para reunirse con el ex presidente catalán Carles Puigdemont y buscar alternativas para designarlo nuevamente en el cargo. Puigdemont enfrenta en España cargos de sedición, rebelión y malversación de fondos por haber liderado el intento de independizar a Cataluña de España.

La única alternativa para investir a Puigdemont que la Justicia les ha dado a los independentistas, que son mayoría en el Parlamento, es que el ex titular de la Generalitat regrese a España y se presente en la sesión parlamentaria con una habilitación del juez que lleva adelante la causa en su contra. Se trata de un camino que parece imposible de recorrer.

Sin embargo, Puigdemont y la formación que lidera, Junts per Catalunya, insisten en que él debe ser el presidente catalán porque es el gobernante legítimo, aunque fuera destituido por el gobierno de Mariano Rajoy con la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

La intervención del gobierno catalán continuará vigente hasta que asuma un nuevo gobierno regional, anunció Madrid en su momento.

Tras chocar con múltiples obstáculos para investir a Puigdemont, que incluso llevaron a que la sesión prevista con ese fin se postergara la semana pasada de forma indefinida, los independentistas mantuvieron una serie de reuniones en Bruselas para encontrar alternativas. “Estamos cerca de un acuerdo que pueda servir para los tres objetivos que nos hemos marcado: restituir a Puigdemont y el gobierno legítimo, formar gobierno y acabar con el artículo 155”, dijo ayer el portavoz de ERC, el diputado Sergi Sabrià. Si bien no quiso dar más detalles, sí confirmó que la fórmula es la que publicó ayer el diario catalán La Vanguardia, que informó acerca de un doble gobierno en Cataluña: uno dirigido desde Bruselas por Puigdemont, y otro más dedicado a lo ejecutivo que trabaje desde Barcelona. De esta manera, se logra el doble objetivo de restablecer al gobierno que los independentistas consideran legítimo y el de conformar un Ejecutivo que pueda gobernar y termine con la intervención de Madrid.

Todavía hay puntos que se están negociando; por ejemplo, qué investidura tendría lugar primero, cómo sería la de Puigdemont y cómo se articularían ambos gobiernos. Una información publicada por La Vanguardia, y que no fue confirmada por las autoridades catalanas, refiere a la posibilidad de que para evitar que la investidura de Puigdemont fuera frustrada por la Justicia, se la llevaría adelante mediante una asamblea de cargos electos de Cataluña. Esa asamblea fue creada por la Asociación de Municipios por la Independencia precisamente para situaciones en las que “pueda haber una imposibilidad para que los cargos electos ejerzan sus funciones”, con el objetivo de “estar preparados para garantizar que la voluntad popular expresada por los catalanes se materialice”.