No hace mucho, el británico Terry Eagleton publicó Esperanza sin optimismo, una especie de alegato a favor del primero de los términos, a la vez más espiritual y racional, y en contra del segundo, poco profundo. Pero no es que Noam Chomsky, crítico cultural como Eagleton, se haya pasado al bando superficial con Optimismo contra el desaliento (Ediciones B - Penguin Random House), sino más bien un llamado a la acción. En los hechos se trata de una serie de entrevistas con el politólogo y economista C J Polychroniou en las que analiza la coyuntura internacional reciente. Muchas de las conversaciones, que fueron publicadas en diversos medios, se produjeron en 2016 y 2017, lo que no las vuelve irrelevantes pero sí quizás demasiado especulativas (estamos hablando de Trump presidente electo versus Trump con más de un año en el poder), pero también por eso mismo cobra especial destaque el último capítulo (del que parte el título del libro), porque allí se aborda el intento con el que Chomsky buscó suturar su teoría lingüística –es el creador de la gramática generativa, que explica la formar en que adquirimos y estructuramos el lenguaje– con sus convicciones políticas, sin miedo a hablar de asuntos biológicos. Visitante ilustre en 2017, Chomsky fue criticado por ingenuo o poco aggiornado, pero en ese capítulo sus ideas se defienden solas.