La Comisión del Congreso de Perú que investiga el cobro de sobornos de la empresa Odebrecht por parte de políticos de su país, conocida como Comisión Lava Jato, evaluará hoy si hace públicas las declaraciones que hizo el viernes el presidente Pedro Pablo Kuczynski. El mandatario compareció por primera vez ante esta comisión parlamentaria, que reclamaba su presencia desde hacía más de seis meses. Kuczynski aceptó ir en diciembre, antes de que fuera rechazada una moción de censura en su contra.

La comisión recibió documentos de Odebrecht en los que figura que esa firma le pagó a la empresa de Kuczynski 782.000 dólares por una consultoría mientras él era ministro, durante el gobierno del ex presidente Alejandro Toledo (2001-2006). Según Kuczynski, él no hizo esa consultoría y era un amigo suyo quien estaba a cargo de la gestión de su empresa mientras él ocupaba cargos públicos. Además, dijo que hay errores en un informe de la Unidad de Inteligencia Financiera en el que consta que él recibió transferencias por un total de dos millones de dólares de su empresa mientras estaba en el gobierno de Toledo. En referencia a ese informe, el abogado del presidente, Gonzalo del Río, dijo que él renunció a dirigir su empresa mientras ocupó cargos públicos, pero que “no tenía por qué” hacerlo también con respecto a las ganancias.

El interrogatorio del viernes, que se extendió durante ocho horas y se desarrolló en el Palacio de Gobierno de Lima, es visto como una previa de lo que será la sesión del Congreso del jueves, día en el que se debatirá una nueva moción de censura contra Kuczynski. El jueves el Congreso admitió dar trámite a este recurso con los votos de la mayoría simple con la que cuenta la oposición.

Desde el oficialismo se ha manifestado confianza en que la moción no contará con los votos necesarios para destituir al presidente. Tal como hizo antes de la votación de diciembre, Kuczynski dijo que si se lo desplaza del cargo se estará cometiendo “un golpe de Estado”.