En estos días se está procesando en diferentes ámbitos de la sociedad civil organizada una discusión sobre la conveniencia de apoyar un referéndum para derogar la nueva Ley de Riego, impulsada desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y aprobada por la Cámara de Representantes de forma exprés, sin mayor discusión. La ley referida profundiza una estrategia de producción agrícola a gran escala, basada en insumos con consecuencias en varias dimensiones: social, económica y ambiental. En este texto me centraré en el eje ambiental, para enriquecer la discusión y aportar elementos sobre los efectos de la intensificación de estas políticas. En particular, daremos algunos ejemplos directamente relacionados con la generación de embalses y por qué es saludable que la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR) u otros colectivos apoyen un referéndum que obligará a una discusión informada del tema.

En primer lugar, promover la generación de embalses implica la transformación de ecosistemas de aguas corrientes y/o terrestres y la pérdida de esos ecosistemas. Por ejemplo, el monte nativo asociado a los ríos posee gran valor para la diversidad biológica y cumple con funciones imprescindibles para el ser humano, como la depuración de los nutrientes que llegan a los cuerpos de agua. El gran incremento del uso de fertilizantes y biocidas (herbicidas, fungicidas, etcétera) promovido por el sistema agrícola basado en insumos (la cantidad de agroquímicos importados se incrementó de menos de 4.000 a más de 16.000 toneladas/año desde 2000 a 2011)[1] hace que una parte significativa de esos productos acceda a los cuerpos de agua y aumente la carga interna de nutrientes. Una consecuencia negativa visible de estos procesos es el incremento de floraciones algales tóxicas que comprometen la calidad del agua y afectan diversas actividades humanas.

En un escenario en el que la carga de nutrientes que llega a los cuerpos de agua es elevada y los cursos de agua son embalsados es casi inevitable que se desarrollen floraciones de algas potencialmente tóxicas. El impacto de estas floraciones es importante localmente, pero también aguas abajo, como ocurre con las floraciones que llegan a las playas de Montevideo o con el evento ocurrido en el río Santa Lucía en 2013. Las consecuencias para la salud humana y animal de estas floraciones ya han sido evidenciadas, con un ejemplo extremo en el trasplante de hígado a una niña que había estado expuesta a algas tóxicas en la playa Carrasco, en Montevideo. No hay dudas en la academia respecto de la vinculación causal entre estos fenómenos.(2) Estos aspectos visibles y cercanos a la opinión pública son sólo la punta de un iceberg, puesto que la inundación de zonas terrestres puede comprometer el patrimonio arqueológico, fragmentar hábitats críticos, generar zonas que son fuente de gases de efecto invernadero y disminuir la adaptabilidad y resiliencia de los ecosistemas embalsados al cambio climático.

Otra cuestión crítica no considerada en la discusión es la capacidad de concentrar biocidas en los embalses generados. Si bien la carga de nutrientes y las floraciones tóxicas son visibles a nivel social, los biocidas también llegan a los cuerpos de agua y serán concentrados en los embalses con consecuencias para la salud humana y animal. Estos aspectos deben ser considerados dentro de la discusión informada sobre los efectos de la aplicación de la Ley de Riego y, en este sentido, el principio precautorio es ineludible. En un tema en el que más de 60% de la población se expresó en el plebiscito de 2004 contra la privatización del agua, no es saludable que los intereses sectoriales primen sobre un bien común que es uno de los pilares para el desarrollo sostenible del país.

Dr. Ángel Segura | Investigador del Centro Universitario Regional del Este, Universidad de la República

Notas: (1). Fuentes: MGAP-DIGEA; MGAP-DGSA.

(2). Los informes en los que se basa este resumen y en los que se puede encontrar información adicional están disponibles en la página web del MAREN: () o directamente copiando en la barra del navegador el siguiente enlace: https://nube.cure.edu.uy/owncloud/index.php/s/mXQFIdzIY2ZKjtp.