La instalación de plantas de tratamiento de aguas residuales domiciliarias le compete a OSE en todo el país, salvo en Montevideo, donde esa tarea está a cargo de la Intendencia. El Instituto para la Educación relativa al Agua de UNESCO publicó la tesis de maestría realizada por el ingeniero Pablo Kok, que hace una evaluación de los sistemas de tratamiento para la cuenca del río Santa Lucía y las subcuencas asociadas. Kok trabaja actualmente en la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.

El estudio caracteriza los sistemas de tratamiento de aguas residuales en el Santa Lucía. Recuerda que esta cuenca es “de gran relevancia” porque es la principal fuente de agua para la capital y el área metropolitana, y señala que las presiones sobre el recurso son grandes, en particular en relación con la descarga de nutrientes como fósforo. Remarca que el monitoreo que hace la Dinama arroja que el parámetro que más frecuentemente supera los estándares es el fósforo, y que ha habido episodios de eutrofización en la cuenca y floraciones algales que han “afectado severamente” la calidad del agua.

El Plan Acción para el Santa Lucía, elaborado en 2013, establece como segundo objetivo implementar un programa sectorial de mejora del cumplimiento ambiental de vertimientos de origen doméstico en toda la cuenca y exige reducir el nivel de nitrógeno y fósforo, con prioridad para las ciudades de Fray Marcos, San Ramón y Santa Lucía. Uno de los objetivos de la investigación es determinar el grado de cumplimiento de esta meta.

El informe señala que el tratamiento de las aguas residuales es heterogéneo: desde localidades que tienen sistemas con tratamiento terciario hasta localidades sin tratamiento que descargan directamente a los cuerpos de agua. Concluye que del total de la población de la cuenca del Santa Lucía que vierte sus efluentes en la cuenca (259.235 personas), sólo los efluentes domésticos de 50% de esa población son sometidos a tratamiento antes de descargarlos en los cuerpos de agua. “Una gran cantidad de localidades no tienen tratamiento de efluentes”, advierte el estudio.

En cuanto a los sistemas de tratamiento, el más utilizado son las piletas, que sin embargo abarcan sólo 15% de la población contemplada por los sistemas de tratamiento (ver tabla). En cambio, el sistema de lodos activados –que utiliza bacterias para acelerar el tratamiento–, con cinco instalaciones, atiende a 84% de la población. A esto se agrega que muchas de las instalaciones no cumplen con los estándares internos de OSE, advierte el estudio.

El informe sostiene, además, que hay “muchas situaciones de incumplimiento de estándares” en la descarga de efluentes, por ejemplo, en materia de fósforo (ver mapa). Añade que esto se debe a una variedad de circunstancias, entre ellas, que los sistemas no están diseñados para cumplir con los estándares, que los sistemas no son bien operados o están sobrecargados, o que siguen funcionando sin que se les haga mantenimiento.

En conclusión, el análisis advierte que el sistema de tratamiento de efluentes en la cuenca del Santa Lucía “precisa ponerse a tono en el cumplimiento de estándares”. Sostiene que “deben mejorarse los recursos existentes para su operación y mantenimiento”, que son “insuficientes”. “Se precisan cambios en la organización de la operación y el mantenimiento. Hay que construir una estrategia de construcción de capacidades en OSE, o introducir nuevos actores para que realicen esas mejoras”, señala el informe. También recomienda introducir nuevas tecnologías en los sistemas de tratamiento.

Actualización

Karina Azuriz, subgerenta general técnica de OSE, dijo a la diaria que desde que se hizo el informe hasta hoy ha habido muchos avances en este tema. Contó que este año se llamará a licitación para una nueva planta con tratamiento terciario en Santa Lucía, que en un mes dará comienzo la construcción de la planta de San Ramón y que la obra de la nueva planta de Fray Marcos ya tiene 40% de avance. Informó que en Casupá se hizo un llamado a licitación para construir una nueva planta de tratamiento y que en abril se abren las ofertas, y contó que en Florida se hizo una readecuación para remover fósforo y nitrógeno. “La tecnología se ha modernizado. En los últimos diez años se incorporaron tratamientos terciarios que no existían”, destacó la jerarca, y agregó que en el presupuesto de OSE están previstos recursos para la capacitación del personal que trabajará en las nuevas plantas.