Ayer, frente a la embajada de Brasil, se realizó un acto en el marco de la Jornada Continental en Defensa de la Democracia y contra el Neoliberalismo, que contó con la adhesión del PIT-CNT, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) y el Frente Amplio (FA), entre otras organizaciones. Participaron alrededor de 2.000 personas.

La ambientalista Karin Nansen (Redes), el ex director de la Institución Nacional de Derechos Humanos Juan Raúl Ferreira, la vicepresidenta del FA, Sandra Lazo, el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, y el secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), Ruben Diniz, fueron los oradores.

La condena a la destitución como presidenta de Dilma Rousseff el pasado año y el pedido de libertad del ex primer mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado la semana pasada por la Justicia de aquel país, fueron los ejes de los discursos.

Nansen sostuvo que el “atentado contra la democracia en Brasil afecta a todos” y “es una ofensiva contra los pueblos del continente”. La ambientalista dijo que la destitución de Rousseff y la prisión de Lula forman parte de un “golpe de Estado dado por el Poder Legislativo con el apoyo del Poder Judicial, los medios de comunicación y las castas dominantes” de ese país.

El gobierno de Michel Temer “atenta contra los derechos adquiridos por las clases populares”. “Es un golpe oligárquico, patriarcal, misógino, racista, que se ve en la cruzada contra los derechos de las mujeres y en el asesinato de Marielle Franco”, agregó.

Por su parte, Lazo subrayó que el FA “no podía estar lejos” de ese acto, porque “defender la libertad de Lula es asumir la defensa de la democracia y la libertad de un trabajador”. “Lula es un preso político” que sufre una “prisión injusta” por haber sido el “presidente más popular de Brasil”. También cuestionó “el proceso judicial” que determinó el encarcelamiento del ex primer mandatario por “la falta de pruebas”. “Fue una operación política para impedir la candidatura presidencial”, sostuvo. “El FA tiene la responsabilidad histórica de denunciar” lo que acontece en Brasil, y “no es momento de apatía ni de dudas sobre qué lugar debemos ponernos como integrantes de una fuerza de izquierda”.

Ferreira recordó los “actos de solidaridad” desarrollados en el exterior para condenar la última dictadura militar de Uruguay (1973-1985). Lula “ha sido el mejor presidente que tuvo Brasil”, “es un preso de conciencia” y fue “el primer dirigente sindical del mundo que organizó un acto de masas contra la dictadura uruguaya”. “Estamos acá porque la lucha engrandece y por la Justicia, porque es mentira que Lula fue sometido a la Justicia”; “es víctima de la judicialización de la política, la nueva moda de desestabilizar a las democracias de nuestra región”.

Los organizadores de este acto tenían reservada “la participación sorpresa” de la candidata presidencial brasileña Manuela D’Ávila (PCdoB), quien finalmente no pudo asistir por razones familiares. Su lugar en el estrado fue ocupado por Diniz, quien sostuvo: “Lula es una idea: que los pueblos pueden vencer y luchar por la democracia y la soberanía. Es un prisionero político y quieren sacar el poder del voto popular; contra eso nos vamos a movilizar”.

Finalmente, Abdala cuestionó el rol de Estados Unidos, “la principal potencia hegemónica del mundo” que “está atravesando enormes dificultades, porque no está sola en la cancha”, sino que “le contestan otros países como China, Rusia e India”. Estados Unidos “quiere controlar a cualquier precio a Latinoamérica como su patio trasero, porque es la principal fuente de recursos naturales del planeta”. Abdala miró hacia la sede diplomática vallada y lanzó: “Escuche bien, señor embajador, representante de un gobierno golpista, corrupto: el pueblo uruguayo encontrará todas las formas para reclamar la democracia de Brasil y la inmediata liberación de Lula”. “Lula libre, Lula libre”, reclamaron, en coro, los asistentes.