La nueva presidenta del Directorio del Partido Nacional (PN) distingue dos momentos en su vida militante: una primera etapa, en la que trabajó por delinear su estrategia política dentro del partido e impulsar su agenda personal; y una segunda, que comienza ahora, en la que el trabajo partidario y en equipo son su prioridad. Con su nueva investidura, Beatriz Argimón buscará que su partido se presente como la mejor “opción” en las próximas elecciones. Para ella, el gobierno del Frente Amplio está “muy desgastado”, y su partido está listo para ganar.

¿Qué la motivó a aceptar el cargo?

Milito desde los 17 años y he tenido las más diversas responsabilidades tanto a nivel público como a nivel partidario. En un primer momento de mi vida política les di prioridad a temas que tenían que ver con mi trayectoria y mi agenda personal. Ahora, y desde hace un tiempo, empecé a trabajar fuertemente en equipo, tanto en el directorio, como dentro del sector. Cuando pasás a otra dimensión de trabajo partidario sabés que vas a ir rotando de acuerdo con los requerimientos que el equipo exija.

Uno de los grandes objetivos que se propuso la última presidencia del Directorio fue modernizar al partido. ¿Qué continuidades y cambios tendrá su presidencia?

El senador Luis Alberto Heber trazó líneas de trabajo bien interesantes, como la modernización, la comunicación y el trabajo constante en el interior del país. Voy a profundizar esas líneas de trabajo, pero en especial voy a trabajar con el Centro de Estudios del partido para formar nuevos cuadros políticos. Somos un partido que sistemáticamente nos aggiornamos a los cambios. En ese sentido, siento que estamos viviendo un cambio de época y tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Hay que utilizar todos los medios que la tecnología nos brinda para estar comunicados. Los jóvenes del partido nos muestran líneas de trabajo que van en este sentido. Hace dos años nos dijeron que querían tener una radio por internet que se llamara blancos.uy. A nosotros nos pareció una experiencia fantástica. El año pasado lanzamos el programa piloto Construyendo democracia, que dio muy buenos resultados. Hoy estamos trabajando en un formato de televisión digital. Tenemos que profundizar la comunicación sin abandonar la forma clásica de hacer política, aquella en la que nos encontramos con la gente, nos miramos a los ojos y conversamos. También queremos mantener al ciudadano informado durante todo el año y no sólo en la instancia electoral. La gente tiene que saber lo que pasa en nuestra interna.

¿Cuáles son las líneas programáticas que propone el PN para las próximas elecciones?

Estamos confeccionando las líneas de trabajo programáticas a nivel de partido, y después cada sector va a profundizar otras líneas, observando las generales. Estamos en una época de movimientos. Siempre existieron dos sectores muy fuertes, pero hoy el panorama es distinto, y eso es algo que me parece muy bueno para la interna. Creo que en estos tiempos políticos tenemos que trabajar en tender puentes. Yo reivindico esa forma de trabajar que tenemos los blancos, de llevar adelante propuestas.

En el nuevo panorama de la interna blanca,con la aparición de Verónica Alonso con la tercera vía, ¿el sector de Jorge Larrañaga se ve perjudicado?

A mí me parece que nos fortalece a todos. Conozco el partido y la forma en la que nos relacionamos. En la medida en que hay ganas de mostrarse, el partido reacciona, se vuelve activo y crece. Por el momento está la candidatura de Luis Lacalle Pou sobre la mesa, también Jorge Larrañaga ha dicho que quiere ser candidato, Verónica Alonso en breve se va a lanzar, y en las últimas semanas compañeros intendentes manifestaron que quieren tener su propia expresión. También Carlos Iafigliola está haciendo todos los requerimientos que exige la carta orgánica para llevar adelante su candidatura. Para mí, estamos viviendo uno de los momentos más fermentales del partido.

Cuando asumió la presidencia, Luis Alberto Heber dijo a la diaria que iba a trabajar para sacarle el rótulo de “partido de la oligarquía”. ¿Cree que lo logró?

Hay una construcción cultural, impulsada especialmente por la izquierda, que buscó colocarnos en determinados estereotipos y clichés, pero quienes militamos en el partido no nos identificamos para nada con eso. Heber quería que el ciudadano nos conociera tal cual somos, y me parece que ese es el gran desafío. Hemos avanzado, pero tenemos que avanzar mucho más en esa línea.

¿Qué otros desafíos tiene el partido?

Muchas veces la ciudadanía no se entera del trabajo que hacen nuestros parlamentarios. Tenemos que acercar los insumos necesarios para que nuestro partido sea la opción principal a la hora de votar. Hoy por hoy, la población está atenta, analizando la oferta electoral y viendo quién puede dirigir el destino del país. Nosotros tenemos que mostrar cuál es nuestra oferta como partido. El otro desafío es construir una agenda que tenga los ejes temáticos tradicionales que nos preocupan –como la seguridad, la educación, el contexto regional e internacional–, pero también que incluya los nuevos requerimientos éticos que demanda una sociedad que está cada vez más empoderada. El tema es que también los parámetros éticos tienen que ver con los tiempos, con las épocas. Las sociedades van cambiando y los requerimientos también son diferentes. La población está más atenta y presta atención a eventuales problemas que tienen que ver con la ética. Por un lado, tenemos que manejar estas situaciones concretas en la Comisión de Ética del partido; por otro, que es en lo que pienso trabajar más, tenemos que interpretar los nuevos parámetros éticos y tener un debate interno sobre lo que estamos enfrentando.

Varios dirigentes blancos han cuestionado el rol que tiene la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep). El senador Guillermo Besozzi dijo que “no tiene validez ninguna” y que es una “vergüenza”. ¿Usted qué opina al respecto?

A mí me parece muy importante destacar que la creación de la Jutep es el resultado del trabajo de los partidos políticos poniéndose límites a su propia gestión, y eso no sucede en todos los países de la región. Entonces me parece que es una herramienta muy importante, también perfectible, sin lugar a dudas. Quizá haya que optimizar su marco de acción, darle otras herramientas, pero me parece un instrumento indispensable para el control del ejercicio de los partidos.

En más de una oportunidad ha dicho que su partido debe trabajar para que las mujeres accedan a cargos de poder. ¿En qué otras áreas tiene un debe en materia de igualdad de género?

Yo reivindico el trabajo interno que ha realizado el partido. Creo que la primera Ley de Cuotas nos ha hecho muy bien. A mí me parece que empezó a darse un proceso natural que buscábamos. Nosotras también tuvimos que hacer un proceso de aprendizaje. Una cosa es una mujer militante y otra es una mujer política que quiere posicionarse dentro de la estructura del partido. También hay compañeros que interpretaron estos cambios, entonces empieza un proceso natural en el que vamos a tener mejores indicadores.

María Luisa Conde, diputada suplente de San José, dijo en el medio de la votación de la Ley Integral de Violencia basada en Género que las mujeres que habían tenido “mal ojo” al elegir sus parejas debían hacerse “cargo” de la violencia que sufren. Hace poco la legisladora también cuestionó al movimiento feminista. ¿Por qué el partido no se desmarcó de sus dichos?

Este partido surge como un partido de hombres y mujeres libres. Si hay algo que voy a reivindicar es que cada uno vuelque libremente lo que piensa. Aunque yo no esté de acuerdo, voy a defender eso en todas las instancias, porque no formo parte de un sistema totalitario. También estoy dispuesta a defender con todo mi esfuerzo la unidad partidaria, porque obviamente uno se expresa, uno da libremente su opinión, pero también forma parte de un colectivo.

El diputado nacionalista Rodrigo Goñi solicitó una sala para que se presentara El libro negro de la nueva izquierda: ideología de género o subversión cultural. El diputado comunista Gerardo Núñez presentó una propuesta para modificar el reglamento del uso de las salas del Palacio Legislativo por entender que hay actividades que “incitan el odio” y “la intolerancia”. ¿Qué opina de esta propuesta?

Yo no tuve noticias de esa actividad, pero me parece que estuvo muy bien el comunicado de la presidencia de la Cámara de Diputados, porque en realidad no era un acto institucional. Más allá del caso concreto, me parece muy bien que haya un mayor control del uso de las salas, porque si bien estoy de acuerdo con la idea de que el Parlamento tiene que estar abierto a la gente, los parlamentarios tienen que definir las características de acceso que le hacen bien al funcionamiento interno.

El presidente de la Cámara de Representantes, Jorge Gandini, dijo que en caso de que se concretara la propuesta de Núñez el Parlamento estaría realizando “censura previa”.

Yo creo que el diputado Gandini estuvo bien al mandar el comunicado para informar lo que había ocurrido. Ahora, a raíz de ese evento, por ese desencuentro que hubo, me parece bien que se sienten los coordinadores de bancada y haya un debate. Me parece que este episodio provoca, y está bien que los partidos vean qué es lo mejor.

¿Cuáles son los aspectos que necesita mejorar el PN para ganar las elecciones?

Creo que estamos listos para ganar las elecciones. Ahora, en breve, cuando esté claro quiénes son los compañeros que quieren postularse, vamos a poder mostrar nuestras propuestas y la gente va a sentir que somos lo que Uruguay está precisando. Yo veo un gobierno muy desgastado, que no ha tenido iniciativa ni está a la altura de los requerimientos de este cambio de época. Lo veo con una capacidad de respuesta muy lenta. Me parece que la rotación en el ejercicio del poder siempre es buena, y estoy convencida de que el partido está preparado para gobernar.

¿Y le parece que va a ganar?

Sí, estoy segura.