La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, dijo que mientras el Estado español “les regala los derechos de ciudadanía a personas extranjeras que compren viviendas de lujo, de más de 500.000 euros”, condena a los pobres a “morir ahogados en el Mediterráneo” con “leyes de extranjería racistas”. Para Colau (electa en 2015 por la coalición Barcelona en Comú y la primera mujer en su cargo), “es inmoral y pornográfico” que se aplique esta política, “una perversión que se tiene que acabar”. La alcaldesa participó ayer en la apertura del ciclo de conferencias Diálogos urbanos. Debate y reflexiones para construir la agenda urbana de la ciudad, organizado por la Intendencia de Montevideo (IM).

La jerarca afirmó que en Barcelona se produjo un proceso de “mercantilización de la vivienda” que provocó miles de desalojos, sobre todo durante la “burbuja inmobiliaria” de 2008. Explicó que uno de los desafíos de su gobierno es negociar con la banca el freno de esos desalojos, que dependen de leyes estatales, y que la alcaldía ha trabajado en un proceso de mediación que intervino en 2.000 casos, lo que provocó que las expulsiones disminuyeran 19%. Colau dijo además que el Estado central español es “partidario de la liberalización” del mercado de la vivienda y que ella sostiene que hay que regular. “Eso no quiere decir que no haya mercado, pero cuando se trata de bienes de primera necesidad, cuando es un derecho básico, como lo es la vivienda”, regular es una manera de garantizar que no se la trate como una “mercancía”, adujo.

Montevideo sin metro pero con tranvías

El intendente de Montevideo, Daniel Martínez, centró su ponencia en el tema del uso del espacio público en lo referido a la movilidad urbana. Dijo que hay que tratar de poner en la agenda que el lugar por donde circulan los vehículos es parte del espacio público y tiene que ser democrático, aunque admitió “que no es nada fácil”. Martínez resaltó, como en otras oportunidades, que los autos particulares muchas veces llevan a una sola persona y ocupan más espacio en las calles que las unidades de transporte colectivo.

En rueda de prensa, sostuvo que el que “tiene más derecho a usar la calle es el peatón, después el ciclista, después el transporte público y, por último, el vehículo particular”. Dijo que en el próximo quinquenio se deberá trabajar en la conexión de las ciclovías, porque ahora hay “muchas áreas con ciclovías” pero no forman una red. Sobre la posibilidad de contar con medios alternativos al ómnibus, descartó el metro por sus costos. “Se calcula en el mundo [que sale] 150 millones de dólares hacer un kilómetro de metro, y para que eso se autosustente se habla de 500.000 a 600.000 personas por día y por línea”, algo “impensable” en Montevideo. Sin embargo, no descartó la puesta en marcha de monorrieles o tranvías, “aunque estamos un poco lejos y es caro”.

Martínez también destacó la inversión de la IM en vialidad y en alumbrado público, que llegó en 2017 a 400 millones de pesos.