“A doblarla prolijita”, dijo Javier Miranda, presidente del Frente Amplio (FA), mientras sonaba el jingle de campaña que esa fuerza política lanzó en 2014 (el que repite “oooh, oh oh”, “que no se detenga” y “no dejes de soñar”). El lugar era la plaza Liber Seregni, donde se celebraban los 47 años del primer acto del FA. Lo que había que doblar era una larga bandera de Uruguay que varios dirigentes y militantes ofocialistas, comandados por Miranda, Carolina Cosse y Daniel Martínez, cargaban desbordantes de entusiasmo. “Mataron a Marielle, Lula preso; eso es la derecha fascista”: eso no lo dijo nadie, estaba escrito en un cartel que sostenía una mujer.

El diputado Carlos Varela abrió el acto recordando aquella primera reunión de frenteamplistas en la explanada de la Intendencia montevideana, en el que había “católicos, marxistas, blancos, colorados, intelectuales, artistas”, etcétera. Varela señaló que Seregni enseñaba que “hay que decir lo que se piensa y hacer lo que se dice”, algo “difícil” en la política actual. “Hoy Uruguay es más igualitario que cuando gobernaban los blancos y colorados; sin embargo, queda mucho por hacer, hay que profundizar los cambios, corregir errores y estar más cerca de la gente”, opinó el legislador, y aseguró que “la derecha viene por todo”.

Por su parte, Tamara Andrade, vicepresidenta del FA, destacó, como militante feminista, que hay que ir por más en la lucha antipatriarcal y que “no se puede tolerar más mujeres muertas”. Por último, yendo en una línea similar al orador anterior, llamó a “defender” los “logros” que conquistó el FA porque “el poder, ese que traicionó a [José] Artigas”, quiere revertirlos. Por eso, sostuvo, la “tarea más revolucionaria” es “ganar las elecciones el año que viene”.

Al final de la noche le tocó el turno a Miranda, quien no eludió la situación de Brasil y del ex presidente Lula da Silva. Aseguró que en el país vecino hay un “retroceso de los derechos laborales” y un “deterioro de la democracia”, y que “en estas horas lo estamos viendo con dolor”. Agregó que en Uruguay hay quienes también quieren “volver a la desregulación laboral” y retomar “las políticas públicas que generaron más ganancias para el 1% más rico del país”. “Ellos no son el cambio, sino volver para atrás”, sentenció. Por otra parte, afirmó que no quiere más “discursos cínicos”, y citó una conocida frase atribuida al ex presidente Luis Alberto Lacalle, que, ante una huelga de policías por sus bajos sueldos habría dicho: “Ellos hacen como que trabajan y yo hago como que les pago”.

Por último, Miranda se refirió al caso del nacionalista Pablo García Pintos, ex jerarca del Banco República, quien reconoció que usaba su tarjeta corporativa para financiar a su partido. El presidente del FA llamó a que todos los partidos de la oposición apoyen el proyecto de ley de financiamiento de los partidos, que hoy tiene media sanción en el Parlamento: “Demos una señal clara de transparencia y de ética en la conducción política”, remató.