La octava cumbre de las Américas, sin la presencia del presidente estadounidense Donald Trump ni de su par venezolano Nicolás Maduro, concluyó el sábado en Lima con la firma de un compromiso sobre “gobernabilidad democrática frente a la corrupción”. En ese documento se sostiene que el combate a la corrupción es “fundamental para el fortalecimiento de la democracia y el Estado de derecho”, y que la corrupción debilita “la confianza de la ciudadanía en las instituciones y tiene un impacto negativo en el goce efectivo de los derechos humanos”. El texto, llamado “Compromiso de Lima”, enumera 57 objetivos para luchar contra la corrupción: entre otras medidas, los países firmantes se proponen dar a las autoridades competentes en la materia “las garantías necesarias para el buen desempeño de sus funciones”, fortalecer “la autonomía e independencia” del Poder Judicial”, “garantizar la transparencia e igualdad de oportunidades en los procesos de selección de servidores públicos, basados en criterios objetivos como el mérito, la equidad y la aptitud”, adoptar medidas que prevengan conflictos de intereses, y promover tanto la bancarización de los ingresos y gastos de los partidos políticos, como el uso de sistemas electrónicos para compras gubernamentales.

la diaria conversó con el diputado socialista Roberto Chiazzaro, vicepresidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes, sobre los resultados de la cumbre y el posicionamiento de la política exterior uruguaya en el nuevo contexto regional.

¿Qué evaluación hace de los resultados de la Cumbre de las Américas, que terminó con una declaración que apunta a combatir la corrupción?

Son varios los presidentes que están involucrados con el tema de la corrupción, y uno se pregunta si esto de la corrupción es algo que iba direccionado hacia [el venezolano Nicolás] Maduro únicamente, porque también tenemos el caso de [el brasileño] Michel Temer, o el caso de [el argentino Mauricio] Macri. Se hace una declaración muy extensa, aprobada por aclamación, pero es curioso que no diga nada sobre el tema de los paraísos fiscales. ¿Cómo los países del continente no se posicionan sobre esa cuestión, si sabemos que los paraísos fiscales básicamente propician o facilitan maniobras de corrupción y lavado de dinero? Uno se pone a pensar, entonces: ¿sólo para eso se llevó adelante la cumbre, o realmente hay otras intenciones más profundas? Yo creo que sí, que las hay. Pienso que hubo una primera y clara intencionalidad de buscar una sanción para Venezuela, que no se logró. Se quiere por sobre todo lograr que no se lleven a cabo las elecciones [presidenciales del 20 de mayo en ese país], porque se desconocerá al gobierno resultante, y no se juntaron los votos y las voluntades suficientes [para aprobar una declaración al respecto]. Desde ese punto de vista, creo que fue un fracaso, porque sólo el grupo de países de la alianza de Lima [Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú] apoyó esa postura [junto con Estados Unidos]. Pero hay otro tema que para mí es el que tiene mayor significado. Hoy hay dos potencias que le están disputando terreno a Estados Unidos, que claramente son China –desde el punto de vista económico y también militar– y Rusia. Estados Unidos no es más la potencia única en el orbe, ya ocupa un lugar secundario detrás de China. Ha tenido además una serie de fracasos importantes en Afganistán, Irán y Siria, donde ha gastado una suma impresionante de dinero pero ha sido derrotado. Y en esa política agresiva y belicista que llevó adelante en Oriente, Estados Unidos descuidó a América Latina. Tras ese descuido, hoy recapacita y se da cuenta de que no está solo, porque hay una presencia muy importante de China y de Rusia. Con dos instrumentos, la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), se logró un avance de los países progresistas, una unificación, una política regional muy importante donde apareció Brasil jugando muy fuerte. La situación política se ha modificado, pero China sigue siendo una de las fuentes de financiación más importantes en América Latina, y Estados Unidos quiere desplazarla. En ese sentido, uno puede decir que ha habido un alineamiento –positivo desde el punto de vista de los intereses estadounidenses– de los países de la región.

¿Por qué están inactivas la Unasur y la CELAC?

Porque no hay voluntad política de activarlas, porque fueron dos organismos donde a título expreso no actuaba Estados Unidos. Entonces, se los desactiva. Por otro lado, no fue casualidad que la mayoría de los préstamos y las iniciativas de China en la región se hayan canalizado a través de la CELAC, y el congelamiento de esta apunta a tratar de mitigar en alguna medida la presencia de la potencia china, porque las transnacionales estadounidenses están buscando reubicarse en América Latina.

Uruguay sobre el bombardeo aliado a Siria

“El Gobierno del Uruguay expresa su profunda preocupación por la escalada de violencia en Siria, incluidos los bombardeos de la madrugada de hoy [por el sábado] contra objetivos sospechados de producción de armas químicas”, expresó la cancillería uruguaya horas después del ataque de Estados Unidos, Inglaterra y Francia contra Siria. “Uruguay reitera su más absoluto rechazo al uso de armas químicas en cualquier circunstancia”, señala a continuación el comunicado. Finalmente, hace “un llamado a todos los actores involucrados en el conflicto a actuar con máxima prudencia, respetando las normas y principios del derecho internacional humanitario y en el estricto marco de la Carta de las Naciones Unidas”.

En este contexto, ¿para Estados Unidos es funcional la agenda del combate a la corrupción?

Yo creo que honestamente no le es funcional, pero creo que Estados Unidos pensó que le podía ser funcional, porque podía lograr mayores alineamientos para golpear con más fuerza al gobierno de Maduro. Pero se encontró con que no los conseguía. En esta cumbre también hubo otro problema, que implica un retroceso. Con [el ex presidente estadounidense Barack] Obama se había avanzado hacia un buen relacionamiento regional con Cuba, y ahora volvemos a una línea dura. Además, hay que señalar un papel bastante deplorable que desempeñó el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, al realizar algunas afirmaciones que realmente resultan sorprendentes, como que lo sucedido con Lula implica un fortalecimiento de la democracia en Brasil, en una cumbre donde poco y nada se habló sobre la corrupción que afecta a los gobiernos de los grandes países latinoamericanos. Fue un encuentro en el que aumentó la influencia de Estados Unidos en la región, avanzó el acatamiento a la política imperial. Esto que está sucediendo en América tiene que ver con lo que está pasando al mismo tiempo en Siria, donde Estados Unidos está sufriendo una gran derrota. Entonces, tiene que replegarse, y en el marco de ese repliegue viene este ataque, que realmente es pavoroso por las consecuencias que tiene. Nuevamente se empaña la posibilidad de la paz.

¿Cómo se para el gobierno uruguayo en este contexto?

El gobierno uruguayo está en una posición que tenemos que admitir que es bastante complicada. Desde el punto de vista de la declaración de la cumbre, Uruguay ha mantenido por suerte la postura de no integrar la alianza de Lima y de ser uno de los países que dice que no podemos aislar a Venezuela, porque eso lleva a una situación que no ayuda en nada a consolidar una salida pacífica y a consolidar la democracia venezolana. La postura del Poder Ejecutivo uruguayo en esto es correcta, pero a la vez está acompañando el gran mensaje que se da desde la cumbre, que es el mensaje de la doctrina de corte neoliberal. Porque antes del encuentro regional se realizó una conferencia donde hubo posicionamientos muy claros de la mayoría de los países de América, en el sentido de apostarlo todo a la apertura comercial, a la liberalización económica. En ese sentido, en América hay un giro muy claro y un alineamiento de países que se da, por un lado, en torno a la alianza de Lima, y por otro lado, en torno a la Alianza del Pacífico. Se busca una coordinación, que sin llegar a ser el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), es un ordenamiento en el cual la doctrina neoliberal pesa mucho. Y eso a Uruguay lo deja en muchos aspectos aislado, porque hay políticas que lleva adelante en las que juega mucho la presencia estatal, y estas dificultan mucho, en el actual contexto, el relacionamiento con nuestros vecinos.

¿Qué le pareció la declaración del Ejecutivo de nuestro país sobre Siria? [ver recuadro]

Es un comunicado en el que realmente la posición uruguaya es muy ambigua. Se señala el peligro de las armas químicas, pero honestamente entiendo que corresponde una condena a las potencias occidentales que llevaron adelante esta agresión. La declaración de Uruguay es tibia, le faltó manifestar claramente una condena al agresor. Se estaba esperando la presencia de técnicos de Naciones Unidas para determinar quién había sido el que había hecho el ataque con gases químicos, y resulta que antes de que llegaran esos técnicos se produjo este ataque, ya dando por sentado que fue el gobierno sirio, lo cual a uno lo hace entrar en sospechas, porque si estoy tan seguro, espero que los técnicos lo verifiquen. Además, bajo ningún concepto es aceptable que en forma unilateral se lleve adelante un ataque sin el aval de Naciones Unidas. Es muy claro que, en el marco de la Carta de la ONU, el uso de la fuerza sólo se puede dar bajo dos circunstancias: la defensa propia y el mandato de Naciones Unidas. En ese sentido, las potencias violan toda la normativa internacional. La declaración de Uruguay habla mucho del derecho internacional y no analiza este aspecto.

Vázquez con Temer y Macri

El mandatario uruguayo aprovechó su participación en la Cumbre de las Américas para reunirse con el presidente de Brasil, Michel Temer, y con el de Argentina, Mauricio Macri, según informaron el fin de semana Telenoche y Subrayado. Hoy Vázquez y el canciller Rodolfo Nin Novoa informarán sobre los resultados de estos encuentros en la reunión del Consejo de Ministros.

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