Ayer empezó la Expo Melilla, organizada por la Asociación Rural del Uruguay. Luego del corte de cinta de rigor, los discursos y demás protocolos, en los que participaron el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, y el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, se llevó a cabo una conferencia en la que representantes de varias cámaras empresariales expusieron cómo ven el presente y las perspectivas de sus respectivos sectores.

Leonardo Loureiro, presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnología de la Información, indicó que esa área “por suerte goza de buena salud”, y que se mantiene en alza año tras año. No obstante, dijo que el gran tema del sector es la falta de capital humano, y que por lo tanto el desafío es lograr que los jóvenes se sientan atraídos por esa industria, que es la de “mayor crecimiento”. Señaló que de todas las carreras relacionadas con las tecnologías de la información, contando facultades públicas y privadas, “apenas” egresan 400 personas, una cantidad que “no da ni para empezar”. Además, Loureiro subrayó que es importante que los jóvenes entiendan que trabajar en el sector tecnológico no implica necesariamente ser ingeniero o analista de sistemas, ya que “la pata agrícola de la tecnología creció mucho”. Por último, subrayó que también están trabajando en la “diversificación de mercados”.

Roberto de Luca, director de la Asociación de Bancos Privados del Uruguay, aseguró que la situación de esta rama de actividad “es sólida”, y lanzó varios números. Indicó que el sector dispone de activos por valor de 20.000 millones de dólares, y un patrimonio de 1.600 millones, “que cumple con los exigentes requisitos del Banco Central” y no produce “una rentabilidad acorde” a su magnitud. “Tenemos créditos dados a los sectores productivos por 9.000 millones de dólares, y hemos trabajado mucho en la inclusión financiera, que nos ha generado muchísimos costos. Por un lado, dejamos de cobrar cosas que antes cobrábamos e incorporamos un montón de nuevas cuentas que no se cobran. Además, bajamos nuestros aranceles, pero pensamos que a mediano o largo plazo eso puede ser positivo”, comentó De Luca, quien luego señaló que la banca privada mantiene un millón de cuentas de depósitos, de las cuales 900.000 son de menos de 5.000 dólares, y que hay preocupación por “los costos operativos, que crecen año a año” y por la “carga fiscal, que es altísima”.

Ignacio Otegui, presidente de la Cámara de la Construcción, señaló que desde 2015 está cayendo el producto bruto del sector, que no acompaña el crecimiento a nivel nacional. Dijo que esto sucedió porque se redujo la obra pública “vinculada a la vivienda”, y que en 2018 seguramente disminuirá también la construcción privada “no vinculada a la vivienda”. Por lo tanto, auguró que el país va a seguir creciendo pero que “no se va a generar más empleo” y, “en el mejor de los casos”, el sector de la construcción va a quedar “igual que en 2017”.