El delito de rebelión no tiene un equivalente en las normas alemanas, concluyó ayer la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein, y por eso rechazó el pedido de extradición del ex presidente catalán Carles Puigdemont por este delito. El dirigente permanece detenido desde el 25 de marzo.

En cambio, el tribunal sí va a estudiar el pedido de extradición presentado por España por otro de los delitos que la Justicia española le imputó a Puigdemont, el de malversación de fondos públicos, que sí tiene equivalencia en Alemania.

De esta manera, la Justicia española se enfrenta a la situación que quería evitar cuando Puigdemont huyó a Bélgica: si el ex presidente catalán es enviado a España, sólo podrá ser juzgado por malversación y no por rebelión.

Con su decisión, la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein descartó el informe presentado por la Fiscalía General de esa región alemana que había respaldado el pedido de extradición de España por ambos delitos. Además, determinó que sea liberado de su prisión preventiva, algo que se prevé que ocurra hoy, aunque después de pagar una fianza de 75.000 euros.

Por otra parte, en España, la Audiencia Nacional procesó al ex jefe de los Mossos d’Esquadra Josep Lluis Trapero por los delitos de sedición y organización criminal. De acuerdo con la jueza del caso, Carmen Lamela, Trapero siguió órdenes del presidente catalán en ese entonces, Puigdemont, y “permitió” que se celebrara el referéndum independentista del 1º de octubre, pese a que había sido declarado ilegal, y que se hiciera una declaración de independencia en Cataluña. Además, la jueza consideró que Trapero permitió la “utilización ilegal” de los Mossos “al servicio de los intereses secesionistas”.