“La independencia es increíble y aún más si es compartida con personas que inspiran”, se lee en la web de Guafi, una plataforma que quiere facilitar el proceso de alquiler, en particular para quienes deban trasladarse por motivos de estudio o trabajo. “Conocé los gustos y aficiones de tu compañero ideal antes de contactarlo. Descubrí si le gusta estudiar o van a vivir de fiesta toda la noche mientras tú preparas los finales”. El mensaje es claro. El portal valora el “saber a quién metemos en casa” o conocer con anticipación la propiedad de quien nos arrienda.

El proyecto es impulsado por Pascual Ceriani, de Paysandú, y Santiago Texeira, de Salto, que pertenecen a la primera generación de la Licenciatura en Diseño Integrado de la Universidad de la República. Aunque las preocupaciones de su carrera tienen más que ver con la eficiencia energética, el trato con familiares y amigos del entorno enfrentados a la cuestión del alojamiento los condujo a detectar un nicho de mercado. Cuenta Ceriani: “Venimos trabajando desde principios del año pasado. Nos presentamos a Salto Emprende y cuando encontramos el rumbo que teníamos que tomar fuimos trabajando con ellos, con el foro tecnológico que hubo el año pasado allí, y terminamos postulándonos con la Incubadora de Empresas Gepian [Salto], que nos lleva el control y asesoramiento en el proceso de validación. Actualmente contamos con un capital que nos proporciona la Agencia Nacional de Investigación e Innovación [ANII], unos 145.000 pesos, que deben ser usados para distintas tareas de validación de la idea, que son unos seis meses”.

La plataforma está activa desde febrero, aunque todavía están testeando sus funciones. Pero ese mes empezaron con la campaña publicitaria y la movida en redes sociales, a la vez que se pusieron en contacto con universidades en sus ciudades de origen. “Cuando llegás a otro lado te sentís más acompañado si probás un año, por ejemplo, viviendo con otras personas, otros que están más o menos en la misma, comenzando los estudios. Te sentís apoyado en el proceso. No es sólo por temas económicos que la gente elige el alojamiento compartido. Como somos del interior, lo vimos de cerca y nos pareció que esta herramienta facilitaba algo al estudiante más joven, en general”.

El término “Guafi” surge de la unión de dos conceptos, gustos y aficiones, “por lo importante que es tener en común eso, que sean compatibles o que se puedan complementar. Si la convivencia es con alguien que es medianamente similar a vos, se hace más llevadera”, argumenta Ceriani. A diferencia de aplicaciones del tipo de Airbnb.com, quizá más enfocadas en el turista o en estadías cortas, Guafi tiende a pensar en el que tiene que mudarse como mínimo por un año, a pesar de que pueden concretarse transacciones por menos tiempo. Por otra parte, se asemeja a apps de citas como Tinder a la hora de cargar datos de búsqueda; después de todo, Guafi también quiere que haya un match. Pero las categorías personales son las que guiarán las sugerencias, como explica Ceriani. “En Guafi tú cargás tus gustos y aficiones mediante unas barritas y, automáticamente, lo que hacemos es sugerirte personas que coincidan contigo. Tinder no lo hace igual. Le pedimos al programador que Guafi te haga más fácil encontrar el compañero ideal. Se basa en qué es lo que buscás, dónde; Guafi toma esa información y te va sugiriendo posibilidades. Y, obviamente, podés hacer tus propias búsquedas”.

El registro puede hacerse mediante correo electrónico o por Facebook (entonces se cargará esa foto de perfil). La plataforma funciona en todo el país, sin desglosar procedencia, salvo si es extranjero; ya hay algunas propiedades registradas en Montevideo y en Salto, y gente de distintas procedencias que demuestran inquietud. “Tenemos buenos números, pensando en el poco tiempo que lleva el sitio: estamos hablando de unos 250 usuarios, y se ha movido entre ellos, ha habido consultas típicas para juntarse y ver si surgía alguna oportunidad. Notamos que hay interés, y es parte de lo que validamos con ANII: hemos creado el potencial”.

Ceriani asegura que del relevo que hicieron a nivel regional no saltaron plataformas similares con presencia en el mercado. “Por eso nos animamos a meternos en este huequito que quedaba. Hay plataformas trabajando en Europa y Estados Unidos, pero no en los países limítrofes”, afirma. Como es previsible, el segmento más activo es el que genera el trasiego universitario, ya sea internamente o hacia Uruguay. A la hora de marcar categorías, cada uno deberá revisar su conducta o, por lo menos, mirarse al espejo. “Podés marcar, del 1 al 10, cuánto de eso tenés: tenemos ‘fiestero’, ‘ordenado’, ‘deportista’, y también tenemos la parte de ‘friki’, la gente fanática de los juegos o coleccionistas, y la categoría ‘sociable’, porque hay gente a la que le gusta más estar en contacto, mientras que otros son más reservados. Otra opción es cuán activo sos: si estás continuamente haciendo cosas o sos del tipo del que está todo el día tirado en el cuarto”, explica.

Si bien seguramente sea más práctico para un estudiante –que puede ir tras un compañero, por un lugar de alojamiento o por un socio para alquilar–, el programa admite que los arrendadores anoten lo que ofertan (incluso en el blog de Guafi se aconseja cómo tomar las mejores fotos de las habitaciones o propiedades). “Nos pareció un diferencial que al anunciante se le sugieran posibles inquilinos en base a dónde publicaste que tenés lugar libre. Como anunciante podés entrar a los perfiles de esos guafis y, si te interesa, les podés hacer una oferta directamente. Con Guafi tenés la posibilidad de cambiar la forma en que normalmente se da el proceso”.

La versión web está optimizada para equipos móviles, pero la app sería un objetivo para una segunda etapa, seguramente cuando en un mes termine el proceso de validación y apunten a un capital semilla. Entonces, además, terminarán de ajustar el modelo de negocios, ya que Guafi permite reservar el alojamiento y por ese servicio se fijará un porcentaje sobre el primer mes que se le cobrará al arrendador.