Un día después de que los medios internacionales se hicieran eco de las palabras cordiales de uno y otro, y exhibieran los gestos de su “maravillosa” amistad, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dejó claras las posturas que lo alejan de su par estadounidense, Donald Trump.

Lo hizo ayer, en el marco de su visita de Estado, en un discurso ante el Congreso en el que defendió el multilateralismo y la lucha contra el cambio climático y rechazó las “guerras comerciales”. Posiciones que, no hizo falta aclarar, son radicalmente contrarias a las que defiende Trump.

Macron rechazó el “aislacionismo” y la “ilusión del nacionalismo” como respuestas a los retos de la globalización y el terrorismo, y apostó en cambio por un nuevo orden mundial basado en “un multilateralismo más eficaz”. Además, el presidente francés aseguró que “algún día, Estados Unidos volverá al Acuerdo de París” sobre el cambio climático, del que Trump se desligó a mediados del año pasado.

La cuestión de las “guerras comerciales” surgió cuando Macron hizo referencia a la voluntad de la Unión Europea de que Trump convierta en permanente la exención temporal que concedió al bloque europeo y a otros aliados para no aplicarles sus aranceles a las importaciones de acero y aluminio. “Una guerra comercial no es coherente con nuestra misión. Lo único que conseguirá es destruir empleos y aumentar los precios, y la clase media tendrá que pagar por ello”, argumentó.

Finalmente, volvió a insistir en la importancia de que Trump se embarque en el diseño de un acuerdo nuclear con Irán “más exhaustivo” que el firmado en 2015 con otros cuatro países. A su entender, “esto aseguraría que, sea cual sea la decisión de Estados Unidos, no abramos la veda a acciones de rebeldes, a un conflicto de poderes en Medio Oriente” y a “una potencial guerra”.