El sindicato de la Universidad Católica del Uruguay –nucleado en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep)– manifestó su “preocupación” por una serie acciones que está llevando a cabo esta institución, que califican de “persecución sindical”.

Uno de los afiliados, que pidió no ser identificado, contó acerca de dos “atropellos” hacia los delegados sindicales, a efectos de “desmantelar la organización”. Por un lado se sancionó de manera escrita a Jorge Carbajal y por otro se suspendió por cinco días a Diego Otegui, según la fuente, “sin mayores fundamentos”.

Ante los “atropellos, las sanciones arbitrarias, la persecución sindical” y otras medidas que les recordaron al “medioevo” a los trabajadores –como “separar a los delegados del resto de los trabajadores durante el descanso”, las “provocaciones” y “acercarse a los trabajadores para que no se afilien” a la agrupación–, el sindicato se declaró en asamblea permanente y conflicto.

El gremio reivindica la adecuación del pago por antigüedad, ya que hasta el momento los trabajadores cobran 1% del salario por esto, y señala que el pago sólo favorece a aquellos que ganan al menos el doble del laudo –que es “la menor parte”–, por lo que proponen que este pago pase a 2%.

Los trabajadores de la Católica se agremiaron en julio de 2017 y hasta el momento alcanzan una afiliación de 19 personas en una plantilla de 1.600. Actualmente el Sintep está evaluando medidas a tomar en conjunto con el sindicato, que serán comunicadas a la institución y a los medios en “los próximos días”.