Si bien la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) considera que las personas trans “han sido por largo tiempo injustamente discriminadas en nuestra sociedad y es necesario buscar los remedios para superar una triste situación y aliviar el sufrimiento de quienes la padecen”, también condena el llamado proyecto de ley integral trans, ya que, por ejemplo, establece que “el sexo es algo convencionalmente asignado al momento del nacimiento”. “La ciencia y la común experiencia, en oposición a las afirmaciones anteriores, enseñan que el sexo biológico es independiente de toda ley y de toda convención humana”, argumenta la CEU. También condena especialmente que los menores de 18 años puedan acceder a solicitar cambiar su registro de nombre y sexo, y que puedan acceder a tratamientos médicos que “alteren” su “normal desarrollo”.