El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, defendió ayer la creación de cargos y funciones de alta dedicación para médicos a nivel público y privado: “Es una política que estimula la radicación de especialistas en el interior y mejora de procesos asistenciales”, valoró. Basso manifestó la preocupación del Ministerio de Salud Pública por la reacción de la Sociedad de Anestesiología del Uruguay (SAU) de sancionar a cuatro socios por haberse presentado a llamados de funciones de alta dedicación en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE); la sanción fue más dura con la médica que asumió el cargo y fue suspendida de sus derechos como socia, lo que implica una limitación de su formación a nivel nacional e internacional.

Basso cree que en la reacción de la SAU hay “razones de carácter corporativo vinculado a una estrategia de negociación”. “Es una situación que esperamos que sea reconsiderada rápidamente y se pueda resolver sin necesidad de tomar otro tipo de decisiones. Estamos consultando si tienen la posibilidad de hacerlo”, dijo, tras haberle planteado el caso a los ministerios de Educación y Cultura, Trabajo y Seguridad Social y a la Institución Nacional de Derechos Humanos.

El presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Gustavo Grecco, declaró el jueves a Radio Uruguay que la creación de las funciones de alta dedicación, además de favorecer la calidad de atención, resuelven las carencias de recursos humanos en los hospitales, en donde uno de los principales déficit son los anestesistas. “Un equipo quirúrgico puede resolver todos los problemas quirúrgicos de un departamento si lo pensamos en términos de complementación público-privada”, expresó. En cambio, dijo que hay “duplicación de recursos entre el sistema público y el sistema privado” en lugares donde la densidad de procedimientos no lo justifica y que eso es “un despilfarro”.

“Un hospital que no puede resolver un problema quirúrgico lo tiene que derivar al subsector privado”, dijo Grecco. “Estamos en ese círculo vicioso en el cual la no cobertura de guardias hace que ante los requerimientos de un usuario del sistema de salud que no pueda ser brindado por el hospital se tenga que tercerizar”, reprobó, señalando que esa prestación se termina pagando mucho más cara. Los contratos a los que se opone la SAU ofrecen una contratación por un régimen de 175 a 209 horas mensuales (40 o 48 horas semanales), con actividad anestésica dentro y fuera del block quirúrgico, en policlínica, áreas de recuperación, actividades no asistenciales y cobertura de guardias.