La canciller alemana, Angela Merkel, se reunió con sus socios de gobierno con el objetivo de encontrar una salida a la crisis que enfrenta el Ejecutivo por los desacuerdos sobre la política migratoria. Al encuentro, el martes de noche, asistieron la canciller, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU); su homólogo de la Unión Socialcristiana bávara (CSU), el ministro del Interior, Horst Seehofer, y la responsable del Partido Socialdemócrata (SPD), Andrea Nahles, así como los jefes de esas bancadas. La reunión duró cuatro horas y terminó sin que se lograran acuerdos, e incluso con la crisis agravada. “Hemos visto en las conversaciones que no se trata de algo menor, que [el desacuerdo] gira en torno a temas centrales”, dijo el jefe del grupo parlamentario de la CDU, Volker Kurder.

La pulseada sigue enfrentando a Merkel y Seehofer: mientras la primera defiende que se busque una solución europea al problema de la inmigración ilegal, el segundo exige que el gobierno implemente su “plan maestro” para contener la llegada de extranjeros. No se conocen los 63 puntos del plan, pero sí se sabe que implica un cierre parcial de las fronteras alemanas.

Ayer, después del encuentro, el jefe del grupo parlamentario de la CSU, Alexander Dobrindt, dijo que Merkel tiene hasta el lunes para encontrar una solución europea o Seehofer implementará unilateralmente su “plan maestro”. Desde mañana y hasta el viernes habrá un encuentro del Consejo Europeo, en el que hay pocas perspectivas de que se alcancen acuerdos definitivos.