Miles de personas asistieron al cierre de campaña de Andrés Manuel López Obrador en la noche del miércoles. Se estima que llegaron a ser unas 100.000, y estaban eufóricas, seguras de que su candidato será el ganador este domingo.

Todas las encuestas coinciden en darle a López Obrador una amplia ventaja, de más de 20 puntos porcentuales, sobre sus rivales. Así, todo indica que la tercera elección presidencial que disputa de forma consecutiva –y la última, según dijo hace unos días– será la vencida. Seguro de su victoria, el candidato de izquierda prometió llevar adelante una “transformación radical” que será pacífica y ordenada, y celebró que el cambio se produzca “sin derramamiento de sangre”. Agregó: “Y que nadie se asuste con lo de radical, que viene de raíz: se trata de cambiar el actual régimen desde la base”.

López Obrador se presenta con el respaldo de la alianza Juntos Haremos Historia, que integra el Movimiento Regeneración Nacional (Morena, que él lidera).

En esta campaña, la lucha contra la corrupción fue uno de los ejes principales, y estuvo presente también en los actos de cierre de campaña, que los principales candidatos encabezaron el miércoles. Todos se comprometieron a transformar México para terminar con la corrupción. En su discurso frente a la multitud de seguidores, López Obrador prometió “arrancar de raíz al régimen corrupto, de injusticias y de privilegios” que ha gobernado el país históricamente.

También se refirió a la lucha contra la corrupción en su cierre de campaña el segundo en intención de voto según las encuestas, Ricardo Anaya, que tiene el respaldo de la alianza Por México al Frente, que incluye al derechista Partido Acción Nacional. “Cuando yo sea presidente, habrá una Fiscalía autónoma que investigue todos los delitos de esta administración, incluido al presidente Enrique Peña Nieto”, prometió. Anaya también dijo que el domingo “estará en juego el futuro de toda una generación” en México, y pidió a sus seguidores que “no se dejen engañar” por las “falsas encuestas patrocinadas desde el gobierno”.

Desde hace meses, Anaya figura en el segundo lugar de las encuestas. Pero en los últimos días los sondeos muestran un crecimiento del oficialista José Antonio Meade, del Partido Revolucionario Institucional, que podría disputarle el segundo lugar como candidato de la coalición Todos por México. En cualquier caso, en esta elección no hay segunda vuelta.

Meade dedicó un buen tramo de su cierre de campaña a atacar directamente a López Obrador: “La historia va a juzgar a quienes, conociendo el riesgo de la alternativa autoritaria y antidemocrática de Andrés Manuel, han habilitado a un Andrés Manuel que amenaza a todos –a la Suprema Corte, a las Fuerzas Armadas y a las familias– con sacar a los criminales [a las calles]”. El oficialista dijo que en estas elecciones se va a definir “el rumbo del país por los próximos años” y que quienes lo voten a él estarán “del lado correcto de la historia”.

Sin actos multitudinarios, el candidato independiente Jaime Rodríguez Calderón, conocido como El Bronco y que cuenta con un respaldo inferior a 5%, dio una charla digital por Youtube para cerrar su campaña electoral.

La que cerró con los actos del miércoles fue la campaña más sangrienta de los últimos años en México. Según la consultora Etellekt, que en cada elección hace un seguimiento de los actos de violencia, esta es la campaña en la que más se ha amenazado y asesinado a candidatos. Según su conteo, hubo 543 agresiones, entre ellas 129 asesinatos de políticos, 48 de los cuales eran candidatos. El director de la consultora, Rubén Salazar, dijo en la presentación del informe que “la democracia ha dejado de ser la herramienta para dirimir diferencias en la competencia política” en México.