La vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti, fue una de las dirigentes del macrismo que encabezaron públicamente la oposición al proyecto de legalización del aborto, un asunto que dividió al oficialismo. Poco antes de que la iniciativa se aprobara en Diputados, Michetti llamó públicamente a aquellos funcionarios de la alianza Cambiemos que compartieran su posición a sacarse una foto juntos frente al Congreso, con pañuelos celestes y banderas argentinas. Esta fotografía fue una respuesta a otra, en la que decenas de ministros, diputados y otros funcionarios de la misma alianza política aparecían con pañuelos verdes en defensa de la legalización. Esta división llevó a varios medios argentinos a hablar de una “grieta” en Cambiemos.

Como presidenta del Senado, la cámara que tiene que tratar ahora este proyecto, Michetti sólo podrá votar en caso de empate. Pero ya tomó medidas que, según los defensores de la legalización, sólo buscan entorpecer su tratamiento. La vicepresidenta envió la iniciativa a cuatro comisiones. Todos están de acuerdo en que la debatan Salud y Justicia y Asuntos Penales, pero no así Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda. El envío a estas dos últimas comisiones “obedece a una posición personal de la vicepresidenta con la finalidad de prolongar el debate indefinidamente”, dijo el senador justicialista Miguel Pichetto.

Las dos bancadas justicialistas, la del kirchnerista Frente para la Victoria, encabezada por Marcelo Fuentes, y la del resto del peronismo, Argentina Federal, que lidera Pichetto, impugnaron la decisión de Michetti. Manifestaron que se trata de acciones “dilatorias” y con el objetivo de “obstaculizar” la aprobación del proyecto.

Michetti respondió en Twitter que no habrá dilaciones, porque las cuatro comisiones trabajarán juntas, y que es obligación enviar a Presupuesto aquellos proyectos para los cuales hay que destinar recursos. Sin embargo, según informó el diario Página 12, Fuentes y Pichetto manifestaron, entre otros argumentos, que en este caso no hay una “cuestión constitucional” que dirimir en Asuntos Constitucionales. En cuanto a la comisión de Presupuesto, señalaron que el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, dijo que “el sistema de Salud argentino está preparado y en condiciones de responder en caso de aprobación” del proyecto, y que “los costos de la práctica del aborto se dan con las complicaciones [de un embarazo interrumpido en forma clandestina], pero con el aborto seguro esos costos bajan dramáticamente”. A su vez, varias organizaciones sociales que defienden la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito le dirigieron una carta pública a Michetti en la que le pidieron “un tratamiento participativo pero no dilatorio del proyecto de ley”.