La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), la senadora Gleisi Hoffmann, denunció que hubo una “conjura” entre la Policía y la Justicia para impedir la salida del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva de prisión el domingo, cuando un fallo judicial, que después fue revertido, ordenó su liberación. La dirección del PT, que se reunió ayer, consideró que el cruce de fallos judiciales sobre la liberación de Lula fue una demostración de que la Justicia actúa de forma “parcial” y está “maniobrando” para evitar que el ex presidente sea candidato en las elecciones de octubre, para las que es favorito.

En cambio, el gobierno defendió la actuación de la Policía, que fue notificada a las 17.41 de que tenía que liberar a Lula y no cumplió la orden, que fue revertida sobre las 20.00. El ministro de Seguridad Pública, Raul Jungmann, dijo al diario O Estado de São Paulo que la Policía Federal cumplió estrictamente la ley en un momento muy difícil, complicado, de conflicto de competencias en el Poder Judicial”.

La ex presidenta Dilma Rousseff también se refirió al cruce de fallos judiciales y al incumplimiento de la orden judicial. “Están creando una crisis institucional grave”, opinó, antes de preguntarse cómo es posible pretender, con el antecedente del domingo, que la población acepte que una orden judicial debe cumplirse si la Policía no lo hace.

El cruce también hizo que se presentaran seis denuncias judiciales contra el juez Rogério Favreto, que fue quien ordenó la liberación de Lula, y una contra Sérgio Moro, el juez que, desde su licencia, tomó medidas hasta que la liberación fue revertida por otro fallo judicial.