Estados Unidos denunció ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) a la Unión Europea (UE), China, México, Canadá y Turquía, que aprobaron imponer aranceles a las importaciones provenientes de ese país. Esos aranceles son una represalia por los que había establecido anteriormente el gobierno de Donald Trump sobre todas las importaciones de acero y aluminio.

El Ejecutivo estadounidense presentó quejas independientes para cada uno de estos socios comerciales. Al justificar la medida, el responsable de Comercio Exterior estadounidense, Robert Lighthizer, dijo que los aranceles impuestos por su país responden a la “seguridad nacional”, mientras que los que se aprobaron en represalia son “ilegales”.

La OMC se convirtió en las últimas semanas en una receptora de denuncias, desde que Estados Unidos aprobó aranceles para las importaciones de acero y aluminio provenientes de casi todos los países del mundo, lo que hizo que otros gobiernos adoptaran medidas similares como respuesta. Ayer mismo la OMC recibió otra denuncia, en este caso de China contra Estados Unidos, porque el país asiático también fue perjudicado con una segunda tanda de impuestos a sus productos.

Desde la UE y China han llamado a tomar medidas comunes ante los aranceles de Trump. Ayer hubo una reunión en Pekín en la que se acordó impulsar una reforma de la OMC con el objetivo de que esa organización tenga la capacidad de actuar para frenar las medidas proteccionistas.