Terminada la participación uruguaya en el Mundial de fútbol, comienza un período de definiciones partidarias con miras a las elecciones internas y nacionales del año que viene. Por ahora, el panorama en las mayores fuerzas políticas indica que, cuatro años después de los comicios de 2014, la renovación tiene un largo y difícil camino por delante.

En el Partido Nacional, que se ha mantenido como el mayor lema de la oposición hace casi 15 años, Luis Lacalle Pou no tiene rivales por el liderazgo en su sector y busca su segunda postulación a la presidencia sin que su actividad desde las elecciones anteriores insinúe propuestas nuevas. También quiere volver a ser candidato Jorge Larrañaga, con dos diferencias importantes: por un lado, las internas del año próximo serían para él las cuartas (perdió las de 2009 y las de 2014); por otro, se han apartado de él numerosos dirigentes, sin que aún esté claro cómo se alinearán estos en la definición de la candidatura blanca. El senador sanducero procura fortalecer su capacidad de convocatoria encabezando la campaña con una reforma constitucional centrada en políticas más duras de seguridad pública, que no pueden considerarse novedosas o renovadoras en la escena política uruguaya de las últimas décadas ni en su propia trayectoria.

Larrañaga, con 61 años cumplidos, es un veterano al lado de Lacalle Pou, que tiene 44; en el Frente Amplio, el intendente montevideano Daniel Martínez, con la misma edad que Larrañaga y una importante trayectoria en altos cargos, es un pibe en comparación con los tres dirigentes que han permanecido en los primeros planos durante las últimas décadas: el presidente Tabaré Vázquez, el ministro Danilo Astori (ambos de 78) y el senador José Mujica (83). Parece obvio que Martínez quiere ser candidato, pero Astori no descarta serlo (sería su tercer intento, después de perder en las internas de 1999 y de 2009), y el jueves de esta semana la dirigencia del Movimiento de Participación Popular le pidió a Mujica que tampoco descartara una nueva postulación. Da para sospechar que si en Uruguay fuera posible la reelección, también se estaría considerando la posibilidad de que Vázquez la buscara.

Por otra parte, entre los frenteamplistas, como entre los blancos, no asoman, por el momento, iniciativas programáticas de impacto. En el final de su tercer período consecutivo de gobierno nacional, el oficialismo suele priorizar la reivindicación de lo que ya hizo y las advertencias sobre el peligro de que la derecha lo revierta.

Entre los colorados las últimas novedades son la vuelta al ruedo de Julio María Sanguinetti (82) y la casi segura postulación de Ernesto Talvi, que tiene 61 y ha mantenido una consecuente prédica sobre política económica desde el gobierno de Lacalle padre. Pablo Mieres, que pronto cumplirá 59, está en la política desde 1979 y va por su cuarta postulación presidencial al frente del Partido Independiente. Edgardo Novick (61) representa hoy, con su Partido de la Gente, exactamente lo mismo que cuando se postuló a la Intendencia de Montevideo por el de la Concertación.

Lo nuevo suele ser también imprevisto, pero hasta hoy resulta difícil de detectar.