Mientras la campaña de reforma constitucional para “vivir sin miedo” que impulsa el senador nacionalista Jorge Larrañaga está tomando espacio en los medios día a día, las otras dos propuestas de plebiscitos para eliminar la “bancarización obligatoria” tuvieron un breve impasse en los últimos meses, a la par del Mundial de Rusia.

La realidad de estas dos campañas es muy diferente, según dicen sus propios protagonistas. Una de ellas, liderada por el mediático abogado Gustavo Salle, parece haber naufragado en sus intenciones, o al menos eso es lo que sostiene su propio impulsor. “Debemos andar con un recuento de 50.000 firmas y necesitamos cerca de 300.000 [unas 260.000 en realidad], y tenemos hasta abril de 2019. No podemos ser irrealistas ni falsos optimistas. Seguiremos adelante, pero como viene la mano evidentemente no llegamos”, admitió Salle.

En cambio, Tomás Casas, del Centro Comercial e Industrial de Lavalleja, dijo que la recolección de firmas viene “muy bien”, aunque admitió que la campaña tendrá un reimpulso en Maldonado durante agosto, cuando se haga una suerte de “relanzamiento” y “reorganización”. Además, se buscará “fortalecer” a la Comisión Nacional de Lucha contra la Bancarización Obligatoria, que es la que está llevando adelante la recolección de firmas. “La cosa no estaba quedada pero luego del Mundial es necesario refundar el Uruguay”, ilustró.

En enero, cinco meses después del lanzamiento de la comisión, Casas había asegurado que los comerciantes ya estaban cerca de las 100.000 firmas de las aproximadamente 260.000 que necesitan. Por eso, el dirigente y ex candidato a intendente de Lavalleja por el Partido Nacional es optimista respecto de que se va a llegar sin problemas al número de adhesiones necesarias.

Salle, por su parte, admitió que el hecho de que hayan existido dos campañas de forma simultánea y con fines similares fue un “error metodológico”, aunque se diferenció de la propuesta de los comerciantes: “Ellos hacen hincapié en la renta como comerciantes y yo hago hincapié en un derecho humano como es la libertad”. Cuando las campañas se lanzaron el año pasado, hubo rispideces en ambas partes, al punto que los comerciantes acusaron a Salle de copiar su reforma constitucional, mientras que el abogado dijo que le habían pedido que tuviera un “perfil más bajo” a cambio de apoyar su iniciativa. No obstante, Salle ahora pide a la población que firme las dos iniciativas.

El abogado admitió que la campaña de Larrañaga también fue “inconveniente” para su campaña, y de paso lo cuestionó por presentar la iniciativa. “Él también es responsable porque votó todo lo que agravó la seguridad, el nuevo Código del Proceso Penal, la venia de Jorge Díaz y la creación de la Fiscalía General de la Nación. Es parte del problema”. En cambio, Casas dijo que la recolección de firmas de Larrañaga no afectó su iniciativa, pero sostuvo que el senador es “difícil de entender”, ya que “hizo campaña contra la baja de imputabilidad, votó el nuevo Código del Proceso Penal y ahora quiere utilizar el Ejército en tareas de seguridad”.