Con votos de oficialistas y opositores, el Senado aprobó ayer las modificaciones al nuevo Código del Proceso Penal (CPP) propuestas por el Poder Ejecutivo. La iniciativa, que pasa a la Cámara de Diputados, establece la prisión preventiva en los casos de delitos graves y la eliminación del beneficio de libertad anticipada cuando exista reincidencia y en juicios abreviados.

El CPP sólo caminó unos pocos pasos antes de que el Ejecutivo decidiera modificarlo. En mayo de este año, luego de ocho meses de vigencia del código, envió un proyecto al Parlamento con el objetivo de corregir los “defectos” percibidos en la norma. Uno de los impulsores de este cambio fue el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, quien en reiteradas oportunidades responsabilizó al nuevo CPP por el aumento de los delitos desde su entrada en vigencia.

Varios legisladores oficialistas defendieron la iniciativa impulsada por el ministro del Interior. Daniela Payssé (Asamblea Uruguay) dijo que los legisladores no son solamente “fábricas de hacer leyes” sino también “custodios” de su aplicación. El actual CPP, agregó, tiene “chisporroteos”, y por lo tanto consideró “necesario hacernos cargo”. Charles Carrera (Movimiento de Participación Popular) ahondó en las modificaciones que propone el texto y destacó que se clarifica el rol de la Policía cuando opera como auxiliar de la Fiscalía. A su vez, los fiscales estarán obligados a solicitar al juez la prisión preventiva cuando piensen que existe la posibilidad de fuga o se trate de un “reincidente” en algún delito grave, como violación, secuestro, homicidio o rapiña. Además, se elimina el beneficio de la libertad en el proceso abreviado para quienes cometen delitos graves como violación, homicidio, secuestro o abuso sexual.

Rafael Michelini y Tabaré Viera, ayer, durante la sesión del Senado.

Rafael Michelini y Tabaré Viera, ayer, durante la sesión del Senado.

Foto: Alessandro Maradei

La disidencia de varios legisladores oficialistas también se expresó durante la sesión. El senador Rafael Paternain (Casa Grande –CG–, suplente de Constanza Moreira) comentó: “Era evidente que toda reforma del código iba a tener su contrarreforma, pero no imaginamos que iba a llegar tan rápido”. Aseguró que este tipo de respuestas se dan porque “estamos socializados en el patrón de la cultura inquisitiva y tenemos un extraño consenso punitivo”. Detrás de estas iniciativas, afirmó, siempre existe un supuesto de querer “controlar, incapacitar, castigar a los sectores más vulnerables”. La senadora Daisy Tourné (Partido Socialista, PS) dijo que es “mucho más fácil meter en cana” que pensar en otras alternativas. La mayoría de las personas que caen presas “son varones, jóvenes, casi analfabetos”: terminan así “porque no les hemos dado una oportunidad”, y “seguir engordando cárceles no es el camino”, manifestó. Por esos motivos, tanto CG como el PS, así como el Partido Comunista, votaron para aprobar el proyecto de ley en general, pero decidieron no apoyar los artículos que refieren a la regulación de la prisión preventiva y a los cambios en la libertad anticipada.

Los líderes de la oposición elogiaron las modificaciones propuestas e hicieron sendas argumentaciones sobre la inseguridad y el papel de Bonomi. El senador nacionalista Jorge Larrañaga (Juntos) aseguró que iba a apoyar los cambios porque claramente “el sistema de penas” está “perforado” y existen “puertas giratorias” que permiten “entrar y salir a los delincuentes”. Además, calificó de positivo que exista un “componente de castigo” en la pena. El senador y líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, opinó que existe un “incremento espeluznante de la inseguridad, motivado por una lluvia de delitos” que nada tienen que ver con la aplicación del CPP vigente. Para él, Bonomi solamente ha intentado “lavar sus culpas” criticando el nuevo sistema procesal. También se refirió a los dichos del subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, quien aseguró que la ley de inclusión financiera incidió en el aumento de los delitos, y dijo que con esas apreciaciones se “nos toma a todos de tarados”.

El colorado Pedro Bordaberry (Vamos Uruguay) criticó los dichos de Paternain y que hablara de “contrarreforma”, porque en su opinión “llegamos a estos cambios porque el Poder Ejecutivo faltó al acuerdo político que realizamos todos los partidos”. Según el senador, cuando se aprobó el nuevo CPP “todos los partidos” dijeron que no iban a “hacer críticas rápidas”, porque la implementación de un código siempre es compleja. “Todos cumplimos menos uno: el señor ministro del Interior”, acusó.

Figurita repetida

Bordaberry sostuvo que Bonomi ha realizado “la peor gestión en materia de seguridad pública”, y señaló que le acababan de avisar que el “servicio [de ventas de figuritas del Mundial] se vio parcialmente limitado” por el “robo de stock”. “¡Hasta las figuritas roban! No dejan nada, no dejan nada”, repitió.

El senador Rafael Michelini (Nuevo Espacio) le indicó que ese robo de figuritas se llevó a cabo en Argentina. Bordaberry le sugirió entonces que se fuera a vivir al país vecino, que en materia de seguridad tiene mejor índices. Asimismo, aprovechó su turno para ironizar sobre la falta de acompañamiento por parte de varios sectores del oficialismo al proyecto. “Es siempre un placer votar con ustedes”, dijo, y felicitó a la “nueva coalición” integrada por el oficialismo y la oposición, para modificar el CPP y encontrar “soluciones al país”. “¡Qué lindo!”, concluyó.