El Parlamento aplazó nuevamente el tratamiento del proyecto de ley de promoción del voluntariado social. Senadores independientes, blancos y colorados acusaron a los legisladores oficialistas de querer “entorpecer” e incluso “matar” al voluntariado. La iniciativa se presentó a instancias del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), y además del objetivo de promoción busca facilitar el control de las instituciones que utilizan voluntarios, para garantizar que no se trate de trabajo encubierto.

”El principal cuestionamiento de la oposición al proyecto es la exigencia que se establece a las instituciones con trabajo voluntario de presentar ante el MTSS una nómina de las personas abocadas a esas actividades. Blancos y colorados consideraron que la actividad voluntaria “se opone” al trabajo y que por lo tanto no debería estar regida por el MTSS. En particular, criticaron que se les pida a las iglesias una nómina de voluntarios.

“El Estado quiere llegar a todos los resquicios como un pulpo con sus tentáculos, a cada rincón de la intimidad”, lamentó la senadora nacionalista Carmen Asiaín. “No nos damos cuenta de lo que estamos aprobando: estamos estableciendo que todos los curas de la iglesia católica celebren un contrato y se registren en el MTSS”, comentó a su turno el senador colorado Pedro Bordaberry. Se quejó también porque un artículo del proyecto prohíbe a las instituciones discriminar entre voluntarios; consideró que esto significa habilitar a que un adherente del islam, una mujer o un hombre casado puedan ser curas de la iglesia católica, porque esta no podrá “discriminar”. El senador colorado concluyó que se trata de una iniciativa de regulación y no de promoción, porque contiene 29 artículos dedicados a lo primero y sólo dos a lo segundo. “Debería decir ‘ley de control del voluntariado social’ y no ‘de promoción del voluntariado social’”, coincidió el senador del Partido Independiente, Pablo Mieres.

“Van a matar el voluntariado. Esto va contra la historia, contra la vida del Uruguay, contra la gente que quiere dar una mano. Le ponen un gran hermano sobre la base de la paranoia de la relación laboral encubierta, y ponen al MTSS a controlar todo”, cuestionó el nacionalista Álvaro Delgado.

Tras la discusión, la oposición pidió un cuarto intermedio y luego otro, pero como se pasó la hora sin que nadie pidiera una nueva prórroga, la presidenta de la Cámara, Lucía Topolansky, tuvo que levantar la sesión. La senadora frenteamplista Daniela Payssé dijo a la diaria que “hubo presiones” para que este proyecto no se apruebe, y que “cada uno interpretará de dónde vienen”. “Yo no encuentro en el proyecto ninguna cosa que motive ese rechazo visceral que [los legisladores de la oposición] tienen con el proyecto”, manifestó.

Payssé, además, se preguntó por qué la oposición quiere hacer una excepción con la iglesia. Aclaró que no se trata de registrar a una persona que toca el órgano en la iglesia en forma voluntaria, sino de elaborar un listado de voluntarios en caso de que la iglesia en cuestión tenga muchas personas que se dedican a esa actividad.

La diputada afirmó que el proyecto no volverá a comisión, sino que se le harán algunos agregados y será votado probablemente en agosto.