El ex presidente Álvaro Uribe, que el viernes asumió como senador junto con otros parlamentarios electos este año, decidió renunciar ayer a su banca. En Twitter, explicó que su dimisión se debe a que la Corte Suprema abrió una investigación en su contra. “La Corte Suprema me llama a indagatoria, no me oyeron previamente, me siento moralmente impedido para ser senador, enviaré mi carta de renuncia para que mi defensa no interfiera con las tareas del Senado”, publicó.

La investigación contra Uribe surgió a partir de que el ex presidente denunció ante la Corte Suprema a otro senador, Iván Cepeda, del partido de izquierda Polo Democrático Alternativo, en 2012. De acuerdo con su denuncia, Cepeda había convencido a ex paramilitares encarcelados de que dieran un testimonio falso con el objetivo de involucrarlo a él con grupos armados que actuaban en el departamento de Antioquia.

Pero la denuncia contra Cepeda no prosperó. Después de investigar el caso, el tribunal decidió no procesarlo sino apuntar su indagatoria hacia el propio Uribe por sospechas de que fue él quien manipuló a testigos contra su rival político, de tal manera que podría haber cometido delitos de soborno y fraude procesal.

Ya en febrero la Corte Suprema había pedido investigar al ex presidente por este caso, aunque eso no evitó que el referente de la derecha se convirtiera en el senador más votado, ni que fuera electo su candidato a la presidencia, Iván Duque. Ayer la Corte Suprema informó que reunió “pruebas que condujeron a abrir una investigación formal” contra Uribe. Según informó la revista Semana, Cepeda dijo que “a Uribe se le acabaron las dilaciones, los pretextos, es hora de que afronte su responsabilidad”.