“¿Cómo está financiando la campaña?”, le preguntó el periodista Daniel Castro al líder del Partido de la Gente, Edgardo Novick, en radio Carve el miércoles. “Por ahora soy yo”, le contestó Novick, y explicó que gasta su dinero para “hacer un bien por la gente”. Dijo que está de acuerdo en regular el financiamiento de los partidos para garantizar la transparencia, pero que discrepa con el proyecto de ley a estudio de la Cámara de Diputados porque “es contra el Partido de la Gente y contra Novick”.

La iniciativa, aprobada el año pasado en la Cámara de Senadores, limita el aporte individual de los candidatos y regula la publicidad electoral, dos puntos que molestan a Novick. El primero, porque restringe su capacidad de poner dinero propio para la campaña; el proyecto establece que los candidatos a presidente, por ejemplo, podrán donar un máximo de 400.000 unidades indexadas (UI) (aproximadamente un millón y medio de pesos). El segundo, porque el reparto de los minutos en televisión se hace en función de los votos obtenidos por el partido en la elección anterior; la iniciativa dispone que 45% de la publicidad electoral en la televisión abierta se distribuirá en forma igualitaria entre los lemas con representación parlamentaria, 50% en forma proporcional a los votos obtenidos por cada lema en las elecciones nacionales inmediatas anteriores, y 5% se destinará a los nuevos partidos, con un tope máximo para cada uno de ellos igual al del partido con menor representación parlamentaria. En el caso de la segunda vuelta, el tiempo se distribuirá en partes iguales entre ambas fórmulas presidenciales.

Novick se quejó de que se quiera “limitar los minutos en televisión, diciendo que se va a repartir”. “No quieren que haya nueva gente: la torta la repartimos entre los que estamos, no venga nadie a sacarnos la sillita”, cuestionó.

El diputado frenteamplista Alejandro Sánchez, presidente de la comisión especial de la Cámara de Representantes que tiene a estudio el proyecto, dijo a la diaria que Novick “tiene el síndrome de pensar que es el centro político cuando no lo es”. “Novick no es el centro político de nada en el país. La ley no está inspirada en ningún partido en particular. Busca generar cristalinidad a la hora de pensar un marco más transparente para la relación entre el dinero y la política”, afirmó Sánchez.

El legislador agregó que la iniciativa persigue objetivos en el plano democrático. Sostuvo que en todo el mundo las campañas se han vuelto cada vez más costosas y eso genera que sólo puedan participar en ellas quienes tienen recursos para financiarlas. Si bien en la tradición política de Uruguay este fenómeno “se ha dado menos”, “entraña un enorme riesgo de que el dinero empiece a pesar mucho en la política”, y hay que “evitarlo”. “Tenemos que tratar de que las campañas electorales se abaraten, y por eso se pone un límite a los candidatos para aportar recursos, para que la posibilidad de elegir no esté marcada por el acceso al dinero sino por las ideas”, argumentó Sánchez. Afirmó que “es mentira que no se toma en cuenta a los nuevos partidos” en la distribución de publicidad electoral, porque se les otorga 5%.

La comisión especial de Diputados empezó a tratar el proyecto el 13 de junio. Hasta el momento han recibido a académicos, y están previstas al menos tres visitas más: la Corte Electoral, el Tribunal de Cuentas y la cátedra de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, informó Sánchez.

El Partido Nacional, que en el Senado acompañó en general el proyecto pero se opuso a algunas disposiciones específicas, anunció que presentará propuestas de modificación. El diputado nacionalista Pablo Abdala dijo a la diaria que su partido está analizando el tema y que todavía no tomó una definición. “Estamos de acuerdo con que haya transparencia, nos parece muy bien poner límites, pero arrastramos dudas en cuanto a la prohibición rigurosa de que no haya donaciones de empresas, porque eso no tiene que ver con la transparencia. No se gana nada estableciendo una prohibición radical o drástica y se puede estimular la clandestinidad”, consideró el diputado. De todos modos, aseguró que su partido tiene “un nivel de acuerdo importante” con la iniciativa.

Sánchez señaló que el FA no tenía previsto hacerle modificaciones al proyecto, pero está “dispuesto a considerar mejoras”. La intención es aprobar la ley en octubre.