El Frente de Participación Estudiantil Susana Pintos (FPESP), que en las últimas elecciones universitarias obtuvo cuatro de los 32 representantes del orden de estudiantes que integran la Asamblea General del Claustro (AGC) de la Universidad de la República (Udelar), resolvió en su último congreso no respaldar a ninguno de los dos candidatos a rector que están en carrera: el actual titular, Roberto Markarian, y el ex decano de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, Rodrigo Arim. El FPESP, una agrupación fuerte en las facultades de Odontología, Ingeniería y Medicina, apostaba a la candidatura del ex decano de Medicina Fernando Tomasina, quien finalmente no confirmó su postulación y respalda a Arim.

Diego Pereira, dirigente del FPESP e integrante de la Mesa Ejecutiva de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), explicó a la diaria que no se sienten representados “por los dos programas universitarios [de Markarian y Arim], que de hecho tienen bastantes similitudes en algunos elementos centrales”, y puso como ejemplo que ambos proponen analizar, en el próximo período, una reforma de la Ley Orgánica de la Udelar. “Tenemos enormes y profundas discrepancias con eso, no porque la ley sea perfecta o no mantenga un montón de inequidades, sino porque la autonomía y el cogobierno están siendo fuertemente atacados por los actores políticos, sobre todo por parte del gobierno nacional y del Frente Amplio, y no existe una correlación de fuerzas para enviar nuestra Ley Orgánica al Parlamento sin jugarnos, de manera casi certera, la pérdida de la autonomía y el cogobierno”. Pereira sostuvo que la “última muestra” de esto es el cambio que propuso el Consejo Directivo provisorio de la Universidad Tecnológica sobre su propia ley orgánica, “bajo el planteo de que autonomía y cogobierno son conceptos caducos, y dejando de lado el debate sobre el rol de las universidades en nuestra sociedad”. “Necesitamos que los académicos no se jueguen sus cargos a la hora de hacer críticas al Poder Ejecutivo, por ejemplo”, graficó.

Por otra parte, para el FPESP es importante “retroceder en aspectos mercantilizadores de nuestra educación, que tuvieron mucho que ver con la ordenanza de grado que se aprobó en el período de [rectorado de Rodrigo] Arocena y no se cambió en el de Markarian, que ha desembocado en la reducción de la calidad de nuestra enseñanza, en los recortes de contenidos y el pasaje de esos contenidos a los posgrados, muchas veces pagos”. Estos temas, aseguró Pereira, “no los encontramos en ninguno de los dos programas rectorales”. El estudiante también recordó que su organización se enfrentó “tanto con Arim como con Markarian a la hora de pelear contra el mecanismo de la participación público-privada para el Hospital de Clínicas”.

En función de esta postura, el FPESP considera que la FEUU no debería apoyar a ninguno de los dos candidatos”, ya que “va a tener que movilizarse” contra lo que proponen, apuntó Pereira, y reafirmó que “lo mejor es tener una FEUU independiente”, con base en “un programa propio de cara a las transformaciones universitarias que entendamos urgentes”. Para él, actualmente “no hay condiciones, por la interna de la FEUU, para llegar a un consenso respecto de candidatos a rector”.