“No quiero mentirme más a mí mismo, ni crear la ilusión de que mi presencia en el gobierno significa que estamos a la altura de los desafíos medioambientales, por eso tomo la decisión de renunciar”. Con esas palabras, Nicolas Hulot anunció ayer que abandonaba su cargo como ministro de Transición Ecológica de Francia. El dirigente dio la noticia en declaraciones a la radio France Inter sin haberle avisado de antemano al presidente, Emmanuel Macron, ni al primer ministro, Édouard Philippe.

Hulot atribuyó su decisión a una “acumulación de decepciones” con el gobierno, por su falta de compromiso con los objetivos climáticos y con la política de energía nuclear. Cuando asumió como ministro, hace 15 meses, dijo que su objetivo era guiar a Francia en los esfuerzos para combatir el calentamiento global tras el histórico acuerdo climático firmado en París en diciembre de 2015. Sin embargo, desde ese entonces, Macron suavizó una serie de promesas de campaña, incluido el compromiso de reducir en 50% el uso de energía nuclear para 2025 y aumentar la energía renovable. A esto se sumaron otras frustraciones, como el retraso en la prohibición del glifosato y la autorización para importar miles de toneladas de aceite de palma como biocarburante. “No entiendo cómo estamos asistiendo con indiferencia a la gestación de una tragedia anunciada”, lamentó.

A pesar de todo, Hulot se retira con algunas batallas ganadas, como la supresión del plan para construir un aeropuerto cerca de Nantes o la inclusión en la reforma constitucional de una mención al medioambiente, el cambio climático y la biodiversidad.

Durante la entrevista, el ex ministro –uno de los más populares del gabinete de Macron– también criticó la influencia de los grupos de presión que “distorsionan la democracia”. De hecho, contó que la gota que derramó el vaso cayó el lunes, cuando el presidente aceptó reducir a la mitad el precio de las licencias para cazar en una reunión en la que estaba presente el representante de los cazadores franceses, Thierry Coste.

Macron dijo que “respeta” la decisión de Hulot, a quien se refirió como “un hombre libre”, y manifestó su deseo de contar “con su compromiso” aunque ya no integre su Ejecutivo.

La oposición no demoró en reaccionar. El líder de La Francia Insumisa, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, dijo que la renuncia de Hulot representa “un voto de censura contra Macron”. En tanto, para el presidente del partido de derecha Los Republicanos, Laurent Wauquiez, es consecuencia de “las ambigüedades” del presidente y de su “centrismo”. Por su parte, el Partido Socialista aseguró que la dimisión de Hulot muestra “la traición de un poder que ha abandonado toda referencia al progresismo y a la ecología”.