El Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar) sesionó por seis horas este sábado con un único punto en el orden del día: aprobar los artículos restantes para saldar la discusión sobre el nuevo estatuto del personal docente. En anteriores oportunidades, el máximo órgano de deliberación de la Udelar logró aprobar el contenido en general de varios artículos, y se esperaba que en esta sesión extraordinaria se completara. Sin embargo, uno de los puntos más polémicos de la discusión fue el que llevó a pedir un cuarto intermedio para buscar acercar la postura de la Asociación de Docentes de la Udelar (ADUR) con la de los decanos de varias facultades.

El artículo 43 del nuevo estatuto determina que “las tareas docentes deberán ser acordes a la categoría horaria”, algo que hasta ahora no se tenía en cuenta. Para eso, la ADUR presenta tres franjas de horarios: “baja”, con diez horas semanales; “media”, con 20, 24 o 30, y “alta”, con 40 o 48. El primer punto en el que se tienen que poner de acuerdo los docentes con los decanos es si la carga horaria asociada a las tareas debe estar reglamentada en el estatuto o por ordenanza de las facultades, teniendo en cuenta la diversidad de situaciones. En el primer caso, deberían acordar, además, si la propuesta de la ADUR es la más conveniente.

Por su parte, los docentes entienden que determinar las tareas según las horas es un paso hacia la profesionalización, en el entendido de que impulsaría a no tener pocos docentes con pocas horas, lo que evitaría que haya “profesionales que realizan la tarea docente como un complemento a su actividad privada”, ya que “se buscan profesionales integrales de la universidad”, comentó el consejero de la ADUR Marcelo Cerminara. Esta postura es la que defiende, a título personal, el rector de la Udelar, Roberto Markarian.

Por otro lado, varios decanos rechazaban que hubiera una carga mínima de horas para contratar a los docentes. El más enfático en esta postura fue el decano de Derecho, Juan Andrés Ramírez, quien opinó que las horas de los docentes no deberían estar determinadas por franja porque dependen de las materias de los planes de estudio vigentes. Comentó que en su casa de estudio hay varios cursos y talleres de muy poca carga semanal que son dictados por docentes con menos de diez horas semanales en su haber. En esta línea también opinó Marcelo Danza, decano de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, quien aseguró que en el caso de su facultad es muy importante tener docentes insertados en el mundo profesional, además de un cuerpo más reducido de profesores de planta, con dedicación en la Udelar.

Ante posturas tan divididas y en la búsqueda de que este proceso tenga los mayores consensos posibles, Markarian propuso un cuarto intermedio para que ambas partes puedan conversar. El martes, en la sesión rutinaria del CDC, se votará la fecha de un próximo encuentro, que trabajará exclusivamente este tema. En ese momento, la discusión continuó y sobre el final de la sesión parecía vislumbrarse una posible alternativa. El consejero de la ADUR Daniel Buquet comentó que la asociación podría acompañar una postura que vincule la cantidad de horas trabajadas con las tareas que se le demandan al docente y que quede librada a la ordenanza de cada institución la cantidad de horas que tendría cada franja.

Los otros artículos que estaban en discusión fueron votados. Se decidió, entre otras cosas, agregar un año al plazo máximo en el que puede permanecer un docente en el mismo grado si está cursando estudios de posgrado y la limitación de los interinatos. Además, se votó a favor de ampliar el alcance del concepto de “publicación” respecto del material producido por docentes. Markarian consideró que fue una sesión “muy positiva” y comentó a la diaria que le pareció muy productivo haber votado ocho de los nueve puntos.