Una vez más, grupos ultraderechistas de Alemania marcharon el sábado por las calles de la ciudad de Chemnitz para protestar contra la presencia de inmigrantes en el país. Con consignas racistas y xenófobas, la marcha fue convocada para “homenajear” al hombre asesinado en la madrugada del 26 de agosto por dos supuestos extranjeros en esa localidad.

La manifestación estuvo encabezada por el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania y contó con el respaldo del movimiento islamófobo Pegida. Participaron neonazis, hooligans y ciudadanos que no se identifican con ninguna minoría pero aseguran que se movilizan para defender a sus familias del “peligro” que representan los inmigrantes.

En paralelo, a pocos metros, se llevó a cabo la contramarcha Corazón en Lugar de Odio, en defensa de la tolerancia y la diversidad. Esta iniciativa estuvo liderada por 70 organizaciones civiles, además de contar con la participación de grupos autónomos antifascistas. Fue apoyada por el Partido Socialdemócrata, Los Verdes, La Izquierda e incluso el canciller alemán, Heiko Maas, quien en Twitter escribió: “Cuando hay gente que hoy hace el saludo hitleriano en la calle, nuestra historia sigue siendo un recordatorio y una misión para luchar con determinación por la democracia”.

En cierto momento, la contramarcha logró bloquear el paso de los grupos de extrema derecha y la Policía llamó a los manifestantes a dispersarse. Sin embargo, algunos integrantes de la convocatoria xenófoba se negaron, lo que provocó enfrentamientos con los funcionarios de seguridad.

La Policía informó ayer que la jornada terminó con 18 heridos y 37 denuncias por distintos delitos, en su mayoría vinculados a daños personales y materiales, resistencia a las autoridades y ostentación de símbolos inconstitucionales.