El Sindicato Único del Transporte de Carga y Ramas Afines (SUTCRA) realizó ayer una asamblea frente a la planta de distribución de combustibles de La Tablada, lo que generó durante la mañana una “distorsión en la operativa” que “volvió a la normalidad” a las 15.30, cuando se levantó la asamblea, según explicó a la diaria el integrante de la dirección de ese sindicato Juan Dorado. El dirigente relativizó las advertencias sobre la posible escasez de combustible en las estaciones de servicio por problemas en la distribución, y aclaró que las demás plantas de suministro “estuvieron funcionando con normalidad”. Tampoco se vio afectada la distribución de supergás, sostuvo.

Dorado dijo que el motivo de la asamblea fue “hacer un llamado de atención” y “reiterar el pedido al Poder Ejecutivo para la apertura de un ámbito de negociación con la patronal y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social” para abordar una serie de problemas que afectan a los trabajadores del sector. Las respuestas a este reclamo serán evaluadas nuevamente hoy para, eventualmente, adoptar “otras medidas”.

El dirigente explicó que la actividad en la que trabajan “tiene una cantidad de regulaciones que no se aplican” y que los salarios se pagan calculando “de forma alternativa” a lo que establece el convenio colectivo vigente del sector. “Los patrones pagan por kilómetro, por carga, por gasto de combustible, por una cantidad de ítems que no están contemplados en el convenio. Este establece el pago por hora, por hora extra, simple presencia y pernocto, que es cuando uno se queda al cuidado del camión de noche, sin circulación”, dijo Dorado.

Según el dirigente, esta desregulación del pago de salarios también implica una “evasión” del pago de los aportes al Banco de Previsión Social (BPS). “En 2016 conseguimos datos sobre los aportes del sector, y mientras el promedio salarial que tenían los trabajadores era de 26.000 pesos, el promedio que figuraba en el BPS era de 16.000 pesos”, agregó. Según cálculos del SUTCRA, existe una evasión anual de 600 millones de dólares a distintos organismos y a los trabajadores que “se la termina apropiando la patronal”. Unos 200 millones de dólares deberían ir al BPS, otros 200 millones a recaudación de impuestos y otra cifra similar es lo que debería volcarse a salarios si se pagara a los trabajadores según lo que establece el convenio colectivo.

El otro problema que afecta a los trabajadores del sector es el exceso de trabajo generado por jornadas de muchas horas sin descanso. Dorado explicó que un chofer de semirremolque, el vehículo más grande que se maneja, cobra 1.005 pesos líquidos de jornal. “Entonces, para poder cobrar un salario digno, y como en este sector no existe un límite de horas por jornal, los compañeros trabajan 12, 14 o 16 horas por día, todos los días. Eso lleva a que cuando llegan los últimos días de la semana, el trabajador tenga un nivel de estrés y de cansancio tan grande que, además de afectar su salud, queda expuesto a tener accidentes de tránsito”, añadió. Según el sindicalista ya van siete trabajadores fallecidos en lo que va del año por esta causa, y hay decenas de víctimas, entre fallecidos y lesionados, que viajaban en vehículos particulares que participaron en siniestros provocados por camiones.

Dorado explicó también que el SUTCRA está exigiendo el cumplimiento del Convenio 153 de la Organización Internacional del Trabajo, sobre duración del trabajo y períodos de descanso en el transporte carretero, que está suscrito por Uruguay y que regula con precisión el desempeño en la actividad.

Ayer, en declaraciones a Canal 10, el presidente de la Unión de Vendedores de Nafta, Daniel Añón, manifestó su preocupación por la posibilidad de que la medida del SUTCRA afectara el abastecimiento de combustible a las estaciones de servicio, sobre todo porque no lo hubo durante el fin de semana.