La semana pasada el presidente estadounidense, Donald Trump, recibió en la Casa Blanca a un centenar de pastores y representantes de organizaciones evangélicas. Según informó el periódico religioso Christian Post, esta “cena de Estado” fue organizada en “honor a los líderes evangélicos”, con la primera dama, Melania Trump, como anfitriona y con varios integrantes del gobierno presentes. También asistieron periodistas, ante los cuales el presidente dijo que el objetivo del encuentro era “celebrar la herencia de fe, familia y libertad que tiene Estados Unidos”.

Pero cuando los medios se retiraron, Trump les dijo a sus invitados lo que espera de ellos para las elecciones de mitad de mandato. En estas legislativas del martes 6 de noviembre se renueva la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, y el gobierno se juega su mayoría en las dos cámaras.

De acuerdo con grabaciones del encuentro a las que accedieron The New York Times, CNN y CBS, el presidente llamó a los pastores a que pidan a sus fieles el voto a los candidatos del Partido Republicano. “Sólo les pido que salgan y se aseguren de que toda su gente vote”, les dijo, según citó el periódico. “Porque si no lo hacen, este 6 de noviembre, si no votan, vamos a tener dos años miserables y vamos a tener, francamente, un período muy duro, porque entonces sólo quedará una elección [la presidencial de 2020] para perder todo lo que tenemos”, agregó el presidente.

“Acabarán con todo inmediatamente”, les advirtió a los líderes evangélicos, en una aparente referencia a los demócratas. “Terminarán con todo lo que hemos hecho y lo harán rápida y violentamente. Habrá violencia”, insistió Trump, y para ejemplificar, aludió a los grupos de manifestantes reunidos en el movimiento conocido como Antifa o Acción Antifascista.

Para el presidente, las elecciones no son sólo un referéndum sobre su gestión, como lo serían otras legislativas de mitad de mandato. Les dijo a los pastores que esta votación también es “un referéndum sobre su religión, un referéndum sobre la libertad religiosa y la Primera Enmienda”. Les recordó que “ya no están silenciados”, y se refirió a la orden ejecutiva que él mismo firmó y por la cual dispuso que los grupos religiosos exentos de impuestos pueden manifestar su apoyo a candidatos políticos, informó la agencia de noticias Efe. Antes, les había advertido a los líderes evangélicos que si apoyan a la oposición se arriesgan a perder exenciones impositivas con las que hoy cuentan.

Las grabaciones de Trump opacaron las críticas que recibió su hija y asesora presidencial Ivanka Trump por participar en esta cena. Se le reprochó en medios estadounidenses que después de manifestarse como una defensora del respeto a la diversidad sexual se sacara durante el encuentro una foto sonriente con Jim Garlow, el pastor que lidera la Skyline Church. Se trata de un dirigente religioso conocido por sus posturas conservadoras y sus frases ofensivas contra el matrimonio homosexual, el aborto y la política de salud del ex presidente Barack Obama.

Garlow ha llegado a decir que “todas las personas que abogan por el llamado matrimonio homosexual deberían tener que vivir en hogares en los que los plomeros que los construyeron, o los electricistas que los construyeron, no entiendan la diferencia entre el extremo macho y hembra de la tubería o plomería o de la electricidad, y ver cómo les va con eso”.

Antes de que se conocieran las repercusiones de este encuentro, el vicepresidente Mike Pence, de confesión evangélica y representante del sector más religioso del Partido Republicano, publicó en Twitter que se sentía honrado de haber participado en la cena en la Casa Blanca “para celebrar el fuerte e inspirador liderazgo evangelista”.

Ventaja demócrata

El Partido Republicano se encamina a perder su mayoría en el Congreso estadounidense a manos del Partido Demócrata, según una encuesta del diario The Washington Post y la cadena ABC publicada ayer. Este sondeo diferencia entre los votantes registrados de alguno de los dos partidos y los votantes independientes. Entre los primeros, la ventaja de los demócratas para las legislativas de noviembre pasó de cuatro puntos porcentuales a 14 en los últimos cuatro meses. Su intención de voto llega a 52% frente a 38% de los republicanos. Esa ventaja es todavía mayor entre los votantes independientes, con 50% de respaldo para los demócratas y 32% para el oficialismo.