“Es sólo un niño”, grita una mujer en medio de una escena en la que se escuchan otras voces y tiros. A lo lejos, se ve un cuerpo tirado en el suelo, personas que corren y motos que circulan a alta velocidad. Las imágenes, capturadas por celulares, muestran la situación que se vivió el lunes de noche en la localidad de Sáenz Peña, en la provincia argentina de Chaco, cuando un grupo de personas intentó saquear un supermercado del Barrio Obrero.

Todo empezó alrededor de las 20.00, cuando cerca de 50 personas se agolparon en las puertas del comercio e intentaron derribarlas para llevarse mercadería, según informaron los medios locales Diario Chaco y Diario Norte. En medio de las pedradas y los vidrios rotos, el dueño del local llamó a la Policía, que para dispersar al grupo respondió con gases lacrimógenos y balas de goma. Los manifestantes se fueron pero más tarde, de acuerdo con el Diario Chaco, volvieron prácticamente duplicados en número.

Fue en medio de ese segundo enfrentamiento que un adolescente de 13 años, identificado como Ismael Ramírez, recibió un disparo en el pecho. Fue ingresado de urgencia al hospital y minutos después las autoridades médicas confirmaron su muerte. Otro adolescente, José Canteros, de 14 años, fue recibido en ese mismo centro con un balazo en un ojo y ayer iba a ser trasladado a una clínica de mayor complejidad para ser operado.

El gobernador de Chaco, Domingo Peppo, dijo ayer que ya estaba en marcha una investigación para que la Justicia determine quién fue el autor material de la muerte del adolescente. El ministro de Seguridad de la provincia, Carlos Barsesa, dijo que existía la posibilidad de que el arma que mató a Ramírez “no corresponda a la Policía” y agregó que, según testigos, “hubo disparos de civiles y de gente del súper”.

Ayer de tarde, unas horas después de que se diera a conocer el resultado de la autopsia, el fiscal a cargo del caso, Marcelo Soto, lo ratificó: “Se pudo confirmar que se trata de un plomo proveniente no de un arma de puño, sino de una escopeta, o bien de un arma de fabricación casera, una tumbera”. El magistrado agregó, en declaraciones a Radio con Vos, que la bala que mató al adolescente “no se condice [con una escopeta de la Policía]”, “es más grande” que la bala de plomo común y “es un cartucho casero, no el que usa la fuerza policial”.

La madre de Ramírez afirmó que su hijo no participaba en el intento de saqueo, sino que paseaba por la zona con unos amigos en el momento en que fue baleado. La versión fue confirmada por sus compañeros, según dijo el jefe de la Dirección General de Seguridad Interior de la Policía provincial, Fernando Romero. El comisario también dijo a una radio local que durante los enfrentamientos del lunes la Policía detuvo a 19 personas e incautó “un arma blanca, un revólver calibre 22, cinco tumberas y una pala ancha”.

Para Barsesa, el intento de saqueo “tiene que ver con una situación social que está caliente”, en el marco de “un barrio muy vulnerable, de nulos recursos”. Y advirtió: “Esta situación puede darse en todo el país”. De hecho, los incidentes en Chaco ocurrieron unos días después de que se registraron saqueos en barrios de las provincias de Chubut y Mendoza.