El viernes se produjo el derrumbe de una pared de cerca de siete metros y medio de altura –y menos de diez de largo– en un sector interno del Cementerio Central, donde hay varios nichos. Silvana Pissano, directora de Desarrollo Urbano de la Intendencia de Montevideo (IM), dio una conferencia de prensa ayer de tarde para explicar la situación. La jerarca dijo que el desprendimiento involucra a un sector de 63 nichos –en total en el cementerio hay más de 1.500–, y resaltó que las construcciones datan de 1835 y 1860. Según explicó, las “últimas lluvias”, que fueron “abundantes”, “afectaron la estabilidad de la estructura”, ya que las construcciones son de ladrillo, “el mortero es de cal y en algunos sectores es de tierra”, entonces las lluvias “hacen que se pierda el poder aglomerante que eso tiene y se pierda capacidad estructural”.

Pissano fue consultada en rueda de prensa sobre si la IM no había tomado medidas antes, tomando en cuenta que, por ejemplo, la Asociación de Empleados y Obreros Municipales viene denunciando hace tiempo la falta de mantenimiento en los cementerios. Contestó que en el Cementerio Central durante “todo 2018” hubo una empresa –que todavía sigue trabajando– realizando reparaciones, como la impermeabilización y el revoque del sector 1 (que no es donde se produjo el desprendimiento). Agregó que la parte derrumbada estaba contemplada en las reparaciones, pero que las obras se hacen “por etapas”, y que ahora se está terminando “todo el sector” que da hacia las calles Gonzalo Ramírez y Domingo Petrarca.

Pissano subrayó que el viernes se realizó un informe de seguridad edilicia y rápidamente se puso un vallado perimetral, “como hay que actuar en estos casos, más que nada por el tema de la seguridad de los propios funcionarios”. Además, destacó que se determinó un “plan de acción” para la recuperación de los restos. “Para la administración lo más importante fue la notificación a las familias que son propietarias de estos nichos. Eso ya está encaminado, y a su vez también estamos haciendo una notificación, por las dudas, a nivel general, en el Diario Oficial”, señaló. En cuanto a la recuperación de los restos, Pissano dijo que con un estudio antropomórfico se podrá identificar “claramente” de quiénes son sin llegar a utilizar otros métodos, como pueden ser los estudios de ADN. No obstante, la jerarca sostuvo que si el equipo multidisciplinario que está a cargo lo recomienda, también se harán esos estudios. Además, subrayó que el trabajo se realizará “en total acuerdo con las familias”.

Consultada sobre cómo afectará el derrumbe al servicio de necrópolis, la jerarca señaló que el Cementerio Central es prácticamente “un cementerio patrimonial”, y que “en los últimos diez años” en el sector derrumbado “hubo solamente tres inhumaciones”. Por lo tanto, el cementerio “tiene más visitas que procedimientos de inhumaciones”. Por último, Pissano estimó que quizás hoy el cementerio pueda abrirse al público, excluyendo al sector derrumbado.