Un grupo de militares ingresó en la madrugada de ayer al edificio de la radio estatal de Gabón y anunció que tomaría el poder porque el actual presidente del país, Ali Bongo, es incapaz de seguir en el cargo. Los hombres, que se identificaron como miembros de la Guardia Republicana, dijeron que el objetivo era “salvar la democracia en peligro y preservar la integridad del territorio nacional”.

Para eso, pidieron a los jóvenes gaboneses unirse a la denominada “Operación Dignidad”, reunir armas y municiones, y tomar los medios de transporte y aeropuertos. “Es hora de tomar el destino en nuestras manos, ha llegado la hora del día tan esperado: el día en que el Ejército ha decidido ponerse del lado de su pueblo para salvar a Gabón del caos”, declaró Kelly Ondo Obiang, que se presentó como el líder, en un video difundido en las redes sociales después de hacer el anuncio por la radio.

En el exterior del edificio, las fuerzas de seguridad leales al gobierno lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a unas 300 personas que habían salido a las calles para apoyar el levantamiento, según informó la agencia de noticias Reuters.

El intento de golpe de Estado fue frustrado casi cuatro horas después, según confirmó el portavoz del gobierno gabonés, Guy-Bertrand Mapangou, en una entrevista con Radio Francia Internacional. El vocero también dijo que los responsables eran cinco militares sin conexión con la cúpula militar, que no estaba al tanto de los planes golpistas. Todos los involucrados fueron detenidos y tres de ellos, incluido Obiang, estaban ayer a disposición de la Fiscalía, informó el Ministerio de Información.

El presidente Bongo, de 59 años, se encuentra fuera del país desde octubre, cuando tuvo un accidente cardiovascular durante un viaje a Arabia Saudita. El mandatario permaneció hospitalizado en Riad durante más de un mes, hasta que el 29 de noviembre fue trasladado a un hospital militar en Rabat, la capital marroquí. Luego pasó a una residencia privada en la misma ciudad para iniciar su proceso de rehabilitación, que todavía continúa.

Su estado de salud fue una incógnita durante mucho tiempo y despertó rumores de todo tipo, incluida la posibilidad de que el presidente hubiera muerto. Para tratar de desmentir esas informaciones, Bongo decidió dar su tradicional discurso de fin de año desde Rabat el 31 de diciembre. En el video difundido por la presidencia se ve a un Bongo más delgado y con dificultades para hablar, que anuncia que se encuentra mejor y que se prepara para regresar a Gabón “lo más rápido posible”, aunque sin precisar una fecha. Para el líder militar sublevado ayer, ese discurso “reforzó las dudas” sobre la capacidad de Bongo para continuar en el poder “al escenificar a un paciente sin muchas de sus facultades físicas y mentales”.

Al mismo tiempo, Obiang detalló que el golpe de Estado se estaba llevando a cabo contra “aquellos que, de manera cobarde, asesinaron a jóvenes compatriotas la noche del 31 de agosto de 2016”, en referencia a la violencia desatada después de que Bongo fue declarado ganador de las últimas elecciones presidenciales. En esos comicios, Bongo le ganó por una diferencia de 6.000 votos al principal líder opositor, Jean Ping, que denunció fraude y no reconoció los resultados, lo cual desató protestas violentas en varios puntos del país.

La familia Bongo lleva 52 años en el poder. El actual presidente asumió el cargo en 2009, cuando murió su padre, Omar Bongo, que gobernaba desde 1967.