La lluvia no dio tregua en toda la semana. En siete días se cuadriplicó el número de personas que abandonan sus hogares corridas por el agua, y según el Instituto Nacional de Meteorología la situación no cambiará mucho en los próximos días. El último relevamiento del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) indica que son 5.012 las personas desplazadas en todo el país. De ese total, 1.145 son evacuadas y 3.867 son autoevacuadas. Salto pasó a ser el departamento más afectado: aumentó a 1.960 el número de personas desplazadas, seguido por Paysandú con 1.398. En cambio, en Durazno ya comenzó el operativo retorno, por lo que el número de personas afectadas bajó a 1.381.

Hay preocupación en ambas márgenes del río Uruguay: la Comisión Técnico Mixta de Salto Grande informó que los diferentes modelos meteorológicos pronostican abundantes precipitaciones en toda la cuenca para los próximos días, lo que provocará un aumento en el caudal del río Uruguay y, por lo tanto, más inundaciones en las ciudades. Según informa el Sinae, la situación “continúa bajo control” en los departamentos afectados, mediante el trabajo de los Comités Departamentales de Emergencia de Artigas, Durazno, Florida, Paysandú, Río Negro, Salto y Soriano, que trabajan en el marco del “Protocolo de Coordinación General del Sistema Nacional de Emergencias”.

Los evacuados están recibiendo una atención integral que incluye, además de resguardo y protección ante las condiciones climáticas, alimentación, abrigo y recreación. También se llevan a cabo rondas médicas diarias y se mantiene un monitoreo epidemiológico. El Sinae aclara que “los servicios de agua y energía están garantizados en los lugares donde se encuentran las personas desplazadas”. “En cuanto a seguridad y vigilancia, la Policía brinda seguridad dentro de los centros de evacuación y en los alrededores. En las zonas inundadas la vigilancia se lleva a cabo por medio de un trabajo coordinado con Policía, Prefectura y Bomberos”, sostiene el sistema.

Como en Durazno ya comenzó el operativo de retorno de los primeros afectados, el Ministerio de Salud Pública indicó algunos aspectos a tener en cuenta para regresar de forma segura. Sugiere hacer una primera visita al hogar en horas del día para evaluar el estado de la vivienda y su entorno, y prestar especial atención al riesgo eléctrico, que en estos casos es muy alto. Precisamente por eso recomienda bajar la llave general de luz (si no había quedado baja antes de evacuar la vivienda) con un listón de madera y asegurarse de que no haya ningún enchufe ocupado. Antes de volver a subir la general, hay que dejar secar las paredes.

El MSP señala que al acceder a la vivienda hay que tener puestos guantes y botas de goma, para evitar lesiones y riesgo eléctrico. A su vez, hay que estar atentos a todos los objetos que puedan provocar cortes o heridas y a los cables eléctricos que se puedan haber caído durante la tormenta. Después de corroborar que no hay riesgo eléctrico hay que abrir puertas y ventanas para comenzar el secado de la vivienda. La cartera señala que las paredes o maderas húmedas pueden alojar hongos que producen alergia.

También hay riesgo de contraer infecciones, por lo que el MSP pide utilizar guantes, botas de goma y tapar bocas cuando se saque el lodo de la casa. Además, recomienda pasar una espátula para retirar el lodo seco de la pared, y advierte que al hacerlo se puede levantar polvo que no debe inhalarse. A su vez, aconseja que las personas que se encarguen de estas tareas estén vacunadas contra el tétanos. Para el último lavado, lo correcto es utilizar una mezcla de 60 mililitros de hipoclorito de sodio por litro de agua.

En relación con los alimentos, el MSP dice que todo aquel que no tenga “envoltura hermética y [sea] procedente de ámbito inundado debe ser considerado como contaminado y, por ende, no ser consumido”. Además, se advierte que “si la inundación afectó las cañerías de agua, [es necesario] hervir el agua o agregar una gota de hipoclorito por litro de agua limpia”.