El ministro del Interior del estado federado alemán de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, informó que el hombre que en la madrugada de ayer atropelló a un grupo de personas reunidas en la calle actuó con “claras intenciones de matar a extranjeros”. El ataque ocurrió en la ciudad de Bottrop, en el oeste del país, muy cerca de la frontera con Holanda.

Según informaron fuentes policiales a los medios alemanes, el atacante –un hombre de unos 50 años cuya identidad no fue revelada– intentó atropellar con su auto a un peatón en Bottrop poco después de la medianoche del 1º de enero, pero su víctima logró ponerse a salvo. Luego el automovilista, que conducía un Mercedes Benz plateado, embistió a un grupo de personas que estaban tirando fuegos artificiales en el centro de la ciudad, entre las cuales se encontraban sirios y afganos. Cuatro de ellas sufrieron heridas graves.

Más tarde, según publicó la cadena Deustche Welle, el hombre siguió camino en su auto hacia la ciudad de Essen, donde intentó atropellar a la gente que esperaba el ómnibus en una parada. Poco después, la Policía logró reducir al atacante, que hizo comentarios xenófobos a los funcionarios al momento de ser detenido.

Angela Luettmann, portavoz de la Policía de Münster –cercana a Bottrop–, no confirmó si el conductor es de nacionalidad alemana, pero dijo que era oriundo de Essen, informó la agencia AP. De acuerdo con las primeras pericias realizadas por los investigadores, hay elementos que parecen indicar una “enfermedad psíquica del automovilista”.

En Alemania la tensión con la población extranjera, particularmente con aquella proveniente de Medio Oriente, creció a partir de 2015, cuando la canciller Angela Merkel decidió no cerrar las fronteras del país para evitar una catástrofe humanitaria con los miles de migrantes varados en Hungría y acogió a más de un millón de refugiados, provenientes en su mayoría de Siria.