(Hoy es 28 de octubre. Faltan 26 días para la segunda vuelta)

Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.

La ciudadanía expresó ayer tres mensajes claros, pero dejó abiertas algunas incertidumbres significativas. El primer mensaje -y el más previsto- es que ningún candidato a la presidencia tuvo mayoría absoluta, y por lo tanto habrá una segunda vuelta entre el del Frente Amplio (FA), Daniel Martínez, y el del Partido Nacional (PN), Luis Lacalle Pou, el 24 de noviembre. El segundo es que el FA quedó a una distancia importante de la mayoría parlamentaria, y también de la mayoría necesaria para ganar la segunda vuelta, mientras que las listas encabezadas por Lacalle Pou, Ernesto Talvi y Guido Manini Ríos sumaron más de 50%. Por último, la reforma constitucional impulsada por Jorge Larrañaga no fue aprobada, aunque estuvo cerca.

Las incertidumbres son menos que las planteadas por las encuestas previas a la elección, pero su relevancia es evidente. El PN y el Partido Colorado (PC) arrancan con una ventaja considerable en la disputa por la presidencia, pero también es cierto que esos dos partidos opositores lograron, juntos, una votación muy similar a la del actual oficialismo. Por lo tanto, la coalición de gobierno con mayoría parlamentaria deseada por Lacalle Pou sólo existirá si participa en ella Cabildo Abierto (CA). Más allá de que este dato incida mucho o poco en los resultados del balotaje, marcará la dinámica política en los próximos cinco años.

Martínez salió a hablar primero, probablemente con la intención de paliar el impacto de los resultados en la militancia del FA. Lacalle Pou habló último, esperando a saber qué decían los candidatos de los partidos a los que quiere como socios.

El frenteamplista se apoyó en lo que pudo: destacó que su partido fue el más votado, invocó a Batlle y Ordóñez y Ferreira Aldunate junto con Seregni, y eligió agitar una bandera uruguaya. Luego habló Talvi, quien convocó a votar a Lacalle Pou en la segunda vuelta y afirmó que el PC participará, con un rol “muy significativo”, en una coalición de gobierno, pero no se adelantó a darla por concretada: antes va a negociar.

Manini también llamó a votar a Lacalle Pou en el balotaje, y sostuvo genéricamente que apoyará las soluciones y los cambios “que la gente requiere”, pero no dijo la palabra “coalición”. Esto deja abierta una disyuntiva si Lacalle Pou es presidente: que CA integre el Poder Ejecutivo, o que prefiera mantener un grado de autonomía. Lo primero sería lo más tranquilizador para el PN y el PC: asimilar a CA al resto del sistema partidario y comprometerlo a ser solidario con la “coalición multicolor”. Pero quizá no sea lo que más le conviene a Manini, cuya apuesta para crecer ha sido y es mostrarse distinto.

Lacalle Pou tomó nota de estos datos, y dijo que en el futuro Parlamento habrá de un lado una minoría -el FA-, y del otro “una oportunidad”: “tierra fértil para los acuerdos”, pero aún no acuerdos. Quizá por eso, destacó en su discurso los cuestionamientos a lo que el FA ha hecho en el gobierno, o sea lo que podrá decir en la campaña de noviembre con o sin una coalición ya formada.

Hasta mañana.