El gobierno de facto de Bolivia que preside Jeanine Áñez promulgó ayer la ley de urgencia para convocar nuevos comicios en el menor plazo posible, con el compromiso de que serán unas elecciones “limpias, justas y transparentes”. Durante un acto oficial realizado en el Palacio Quemado, sede del Ejecutivo boliviano, la mandataria de facto firmó el denominado Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de Elecciones Generales. “Llegamos a este día con la satisfacción del deber cumplido, porque este es el principal objeto de mi gobierno: nuevas elecciones en el menor tiempo posible”, dijo Áñez, según consignaron medios locales e internacionales, a la vez que manifestó el compromiso de que serán unas elecciones “limpias, justas y transparentes”.

La ley promulgada tiene 12 artículos y establece, entre sus aspectos más importantes, que el presidente depuesto, Evo Morales, y su vicepresidente, Álvaro García Linera, no podrán ser candidatos en los nuevos comicios, un mandato de seis años para los nuevos integrantes del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y que los partidos puedan presentar otras alianzas y nuevos candidatos, con respecto a las elecciones celebradas el 20 de octubre, que fueron anuladas, de acuerdo con lo que informó el diario El Deber. “Las y los ciudadanos que hubieran sido reelectos de forma continua a un cargo electivo durante los dos períodos constitucionales anteriores, no podrán postularse como candidatos al mismo cargo electivo”, establece la nueva ley, lo que cierra la posibilidad de que Morales y García Linera sean candidatos a presidente y vicepresidente como lo fueron en las elecciones anteriores, ahora declaradas sin validez alguna.

La nueva normativa fue aprobada por el Congreso, tras una negociación que involucró a la Iglesia Católica local, a la Organización de las Naciones Unidas y a la Unión Europea. Áñez, acompañada por la presidenta del Senado, Eva Copa, integrante del Movimiento al Socialismo (MAS), agradeció a todos los parlamentarios por hacer posible esta norma. “No ha sido fácil construir el consenso para aprobar por unanimidad esta ley. Felicito y agradezco a todos los parlamentarios que han hecho posible la construcción de acuerdos”, dijo.

En adelante, el TSE tiene como plazo máximo 20 días para elegir a nuevos vocales, cuya tarea será fijar las elecciones presidenciales que tendrán lugar el año que viene. La Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la Realización de Elecciones Generales establece un plazo máximo de 120 días para los comicios, una vez que el TSE apruebe el calendario.

El anuncio de la promulgación de esta ley se hizo horas después de que la mesa de diálogo instaurada con la participación del gobierno de facto encabezado por Áñez, organizaciones sociales y legisladores de todos los partidos consensuaran un proyecto de ley para brindar garantías de seguridad y derechos políticos.

Desde México, donde se encuentra exiliado junto a Morales, García Linera dijo en una entrevista al diario Folha de São Paulo que “este gobierno ilegítimo que se propone el país ya acumula 33 muertos, 400 heridos y detuvo a más de 1.000 perseguidos políticos”. “Hasta que eso no sea esclarecido y resuelto, nosotros no participaremos”, afirmó el ex jerarca en referencia a las elecciones anunciadas ayer por Áñez. Al respecto, agregó: “Si aún esto fuera resuelto, el presidente y yo no seremos candidatos. Pero el MAS sí podrá participar, porque es nuestro deber como partido político hacerlo, por la ciudadanía y por nuestro electorado. Nosotros nos dedicaremos a hacer política y a estar junto al pueblo, pero no desde los cargos que teníamos”.

Por otra parte, por primera vez desde que comenzó la crisis política en Bolivia, el gobierno ruso apuntó directamente contra Estados Unidos, al que acusó de estar detrás del golpe de Estado que terminó con el mandato de Morales. Según manifestó Serguéi Naryshkin, director del Servicio de Inteligencia Exterior ruso en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Sputnik, lo ocurrido en Bolivia se enmcarca en un intento estadounidense de desastibilizar a toda América Latina. “Sí, Estados Unidos tiene que ver en la crisis”, respondió Naryshkin a la pregunta de si se podía hablar de algún tipo de interferencia estadounidense respecto de la situación que se está viviendo en Bolivia.