El domingo la alianza del gobierno argentino, Cambiemos, celebró elecciones para definir a su candidato a gobernador de La Pampa de cara a las provinciales, fijadas para el 19 de mayo. El dirigente de la Unión Cívica Radical (UCR), Daniel Kroneberger, le ganó a Carlos Mac Allister, integrante de Propuesta Republicana (Pro), el partido del presidente de Argentina, Mauricio Macri, y lo hizo con un amplio margen: reunió 66% de los votos. El dirigente radical se convirtió así en el candidato con el que el oficialismo intentará arrebatarle el gobierno pampeano al Partido Justicialista, que está al frente de la provincia desde hace casi 40 años.

“Es muy difícil triunfar cuando todas las estructuras se unen solamente para generar la derrota de alguien”, se quejó ayer Mac Allister ante periodistas, sin mencionar específicamente a la UCR. “Todas las estructuras, incluidos ustedes, la prensa, se unieron para que nosotros no ganemos”, agregó el dirigente macrista, que obtuvo 35% de respaldo.

Las internas de La Pampa, que inauguraron el calendario electoral en el país, reflejaron la tensión que la UCR y el macrismo encarnan en el plano nacional. Las asperezas entre las dos partes empezaron cuando el gobernador de Mendoza y actual presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, propuso en la última reunión del comité nacional que su partido compita con candidato propio en las elecciones primarias contra la fórmula que encabezará Macri. En este caso, el nombre que suena fuerte para candidato es el del diputado y ex ministro de Economía Martín Lousteau, según informaron varios medios argentinos, entre ellos el diario La Nación. Una alternativa que surgió, más moderada, consiste en que el radicalismo integre la fórmula del actual gobernante con un candidato a vicepresidente que sea de su partido. Este acuerdo incluiría el compromiso de Macri de nombrar ministros radicales.

Cornejo dijo la semana pasada que “una fórmula 100% Pro no es sana” y aseguró que el radicalismo debe tener un lugar “más preponderante”. En declaraciones al diario Perfil, el líder de la UCR afirmó: “Debemos mostrarnos mucho más plurales, menos Pro y más Cambiemos. El próximo gobierno va a tener desafíos que van a requerir un sólido poder político, mayor solvencia para lograr cambios estructurales”. Al mismo tiempo, admitió que preferiría votar “a un radical antes que a Macri”, y cuestionó las reformas económicas del actual gobierno que, dijo, castigan especialmente a la clase media.

El dirigente no aclaró si en la interna del partido tiene más fuerza la opción del candidato propio o la de integrar un vicepresidente radical a la fórmula de Macri. En cualquiera de los dos casos, el objetivo del radicalismo es impulsar un mayor protagonismo de su partido en un potencial segundo mandato de Macri. Se prevé que los dirigentes radicales se reúnan el mes que viene con representantes del gobierno para definir una estrategia que deberá ser presentada en la Convención Nacional de Cambiemos que se celebrará en abril en Jujuy.

La tensión entre el macrismo y la UCR también quedó en evidencia durante el debate sobre quién debería ocupar el cargo que está vacante en la Cámara Nacional Electoral desde 2016. Los radicales apoyan a Alejandra Lázzaro, actual secretaria del ente electoral, mientras que los macristas prefieren a Hernán Goncalves Figueredo, secretario de Actuación General de ese organismo.