Un nuevo acuerdo de paz fue alcanzado el fin de semana entre el gobierno de la República Centroafricana y los 14 grupos armados que operan en el país para terminar con más de cinco años de violencia sectaria. El pacto fue sellado después de nueve días de conversaciones en Jartum, la capital de Sudán, y contó con el auspicio de la Unión Africana (UA) y la Organización de las Naciones Unidas. El comisionado de la UA para Paz y Seguridad, Smail Chergui, hizo el anuncio en una conferencia de prensa en la que aseguró que el acuerdo permitirá al pueblo centroafricano “incluirse en el camino de la reconciliación, la concordia y el desarrollo”.

Se trata del séptimo acuerdo que firman las partes desde que se desató la crisis en diciembre de 2012, cuando el grupo musulmán Séléka derrocó al entonces presidente François Bozizé e intentó tomar el poder en un país de mayoría cristiana. Desde ese entonces, han muerto miles de personas, más de un millón tuvieron que desplazarse y alrededor de 570.000 huyeron del país.

Pese a que ningún acuerdo ha logrado terminar con la violencia, esta vez hay más optimismo porque, para empezar, los líderes de todos los grupos armados del país estuvieron presentes en las negociaciones y suscribieron al pacto. El ministro de Relaciones Exteriores sudanés y líder de la delegación sudanesa en las negociaciones, Ata al Manan Bajit, dijo a la agencia de noticias Efe que las partes llegaron a un acuerdo “completo” en “la distribución de poder y el período de la justicia transicional”.

Por el momento no se conocen más detalles sobre el contenido del documento. Sí se sabe que el punto más conflictivo, el que apunta a aprobar la amnistía general en el país, quedó en suspenso.

La amnistía general en el país podría evitar la comparecencia ante la Justicia de los integrantes de los grupos armados, a quienes se acusa de cometer crímenes de guerra y contra la humanidad.

El borrador del pacto fue sellado el sábado y firmado ayer en Jartum con la presencia de los presidentes de Sudán, Omar al Bashir, y de la República Centroafricana, Faustin Archange Touadéra. El gobierno de este último informó que la versión final será ratificada “en unos días” en Bangui, la capital del país.