El presidente de la opositora Asamblea Nacional y autoproclamado presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, calificó al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de “genocida”, por impedir la distribución de ayuda humanitaria para ayudar a la población que, según afirmó el dirigente opositor, la necesita en forma urgente. Al mismo tiempo Guaidó reclamó al ejército venezolano que permita el paso de los suministros, algo que el gobierno que encabeza Maduro considera una “farsa” orquestada por Estados Unidos para exagerar la gravedad de la situación humanitaria en Venezuela.

“Depende de ustedes no seguir haciendo el ridículo como ordena Miraflores”, dijo Guaidó a los militares tras dirigirse a Maduro y al gobierno. “Bloquear la ayuda humanitaria los hace genocidas”, advirtió: “Me preguntan sobre la posibilidad de un enfrentamiento: son venezolanos que quieren salvar vidas. El régimen ha declarado inconstitucional el derecho a la vida. El conflicto en Venezuela lo ha creado quien ahora ha usurpado el poder”, manifestó el presidente de la Asamblea Nacional a los medios ayer de mañana tras la celebración de una misa en la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, en Caracas, la capital venezolana.

Guaidó agregó que la ayuda humanitaria, que por ahora está concentrada en la ciudad colombiana de Cúcuta, muy cerca de la frontera con Venezuela, comenzará a ingresar en su país “en los próximos días”.

Por su parte, el presidente Maduro sigue recorriendo el país para reafirmar la lealtad de las Fuerzas Armadas, y en ese marco ayer visitó el fuerte Guaicaipuro, en el estado de Miranda, donde supervisó ejercicios militares. Además, durante el fin de semana hubo manifestaciones en favor del gobierno en varias ciudades del país y prosiguió con la campaña de recolección de firmas entre los ciudadanos, que serán enviadas a la Casa Blanca para pedir a la administración de Donald Trump la no intervención en su país. En esa misma línea se manifestó el canciller venezolano, Jorge Arreaza, que en una entrevista con El País de Madrid criticó la presión internacional que se ejerce sobre su país y afirmó que “Europa no debe caer a los pies de Estados Unidos”. “Si no fuera por el control de la revolución, aquí esa lucha se hubiese expresado mediante una guerra civil y no se ha expresado ni se expresará ni siquiera con una guerra civil inducida desde el exterior”, agregó.

En el plano exterior la situación venezolana sigue siendo tema de controversias. La puja entre Estados Unidos, principal apoyo del autoproclamado Guaidó, y Rusia, aliado de Maduro, llegó a la Organización de las Naciones Unidas, donde la representación estadounidense presentó un proyecto de resolución sobre la situación venezolana en el que pedía que se facilite el acceso de la ayuda humanitaria al país, además de pedir la realización de elecciones presidenciales. De inmediato, los representantes diplomáticos rusos respondieron con un texto alternativo en el que, según informaron agencias internacionales, manifestaron su preocupación con los “intentos de intervención en cuestiones que están esencialmente sobre la jurisdicción doméstica de Venezuela” y “las amenazas de uso de fuerza contra la integridad territorial y la independencia política” del país.