Siete diputados del Partido Laborista británico renunciaron ayer a esa organización política por diferencias con su líder, Jeremy Corbyn, y decidieron formar una bancada independiente. Uno de ellos, Chris Leslie, dijo que el partido “ha sido secuestrado por la maquinaria política de extrema izquierda”. Entre las varias críticas a Corbyn, le cuestionan su posición ante el proyecto de brexit del gobierno del Partido Conservador. El dirigente prefiere una convocatoria a elecciones en lugar de la propuesta de otros opositores de llamar a un segundo referéndum sobre la salida de la Unión Europea, un asunto que divide a los partidos británicos.

Corbyn respondió en un comunicado que está “decepcionado de que estos parlamentarios se hayan sentido incapaces de seguir trabajando juntos por las políticas laboristas que han inspirado a millones desde las últimas elecciones”.