El papa Francisco llegó ayer a la ciudad de Abu Dhabi, capital de Emiratos Árabes Unidos, en un viaje que tiene carácter histórico, ya que es la primera vez que un líder máximo de la iglesia católica visita la Península Arábiga.

Fue recibido en el aeropuerto por el príncipe heredero del emirato, Mohamed bin Zayed al Nahyan, y mañana mantendrá una reunión con un consejo de ancianos musulmanes en la mezquita Sheikh Zayed. También hablará hoy en una reunión interreligiosa en la capital del emirato a la que asistirán cientos de representantes de diferentes religiones.

Se estima que mañana más de 100.000 fieles de la iglesia católica, muchos de ellos procedentes de países vecinos, se hagan presentes en una misa al aire libre con el papa que se celebrará en un estadio de Abu Dhabi.

Ayer, antes de partir desde Roma hacia la Península Arábiga, el papa expresó su “gran preocupación” por la crisis humanitaria en Yemen y apeló a la comunidad internacional para que se cumplan los acuerdos alcanzados entre las partes beligerantes. “Seguro que hará un llamamiento [por la paz], pero no puede cambiar la situación” en el país en guerra, dijo a la agencia Efe el padre Gandolf Wild, secretario personal del Vicariato Apostólico de Arabia del Sur, que se encarga de la iglesia católica en Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen.