Los integrantes demócratas de las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos anunciaron ayer que impulsarán una nueva legislación para restablecer las reglas que protegen la “neutralidad” de internet. La regulación entiende el concepto de neutralidad como la obligación, por parte de los proveedores de servicios de internet y de los gobiernos, de tratar de manera igualitaria a los usuarios, independientemente de sus características, tales como el perfil social o el nivel socioeconómico.

Estas normas fueron aprobadas por primera vez en 2015 por el gobierno del ex presidente Barack Obama y amparaban la red como un servicio público. En diciembre de 2017, ya con Donald Trump al frente de la Casa Blanca, las reglas fueron suprimidas por la Comisión Federal de Comunicaciones, controlada por una mayoría de legisladores republicanos.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, afirmó ayer que el proyecto –llamado “Acta para salvar internet”– será votado “en cuestión de semanas”. En una conferencia de prensa, la dirigente dijo que “internet es un pilar para la democracia y la economía”, y consideró que restaurar las protecciones que planteaba la medida de la era [del ex presidente Barack] Obama es fundamental para garantizar una internet “libre y abierta”. Una legislación que proponga lo contrario, aseguró, no hace más que restringir las libertades de la ciudadanía.

Un texto similar al presentado ayer fue aprobado el año pasado en el Senado con el voto a favor de algunos senadores republicanos. Esa propuesta no pasó la votación de la Cámara de Representantes, que en ese entonces tenía mayoría oficialista. Pero la situación actual es distinta porque la cámara baja es controlada desde enero por el Partido Demócrata. Por eso la oposición decidió lanzar la iniciativa una vez más. En los días siguientes, dijo Pelosi, se concentrarán en recabar el apoyo de legisladores republicanos.

Por su parte, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, dijo que “sus colegas” en el Congreso tienen una segunda oportunidad de “proteger a las familias de clase media y a los emprendedores” en lugar de favorecer a las grandes compañías.