Los ríos suelen usarse como fronteras naturales para dividir el territorio y generar sentido de pertenencia a quienes viven de cada lado. El río Santa Lucía conoce esa función y, a pesar de que lo atraviesa un puente de hierro sobre el pajonal y otro de ornamento en la altura, sigue separando a montevideanos y josefinos. Sin embargo, los vecinos del pueblo de Santiago Vázquez aprovechan que por antonomasia lo que divide también une y, bajo esa consigna, esperan la concurrencia de oriundos de ambos departamentos a la vigésimonovena edición de la Fiesta del Río y la Convivencia, que comenzó ayer y culmina mañana.

“La Fiesta es un evento para toda la familia. La gente disfruta con gran tranquilidad. En el pueblo no queda nadie sin ir. Todos estamos involucrados de una forma u otra, ya sea como organizadores, espectadores o comerciantes”, comenta Liz Catalogne, que integra la comisión organizadora de la Fiesta (conformada por el Municipio A, la Fundación Fan de la Música y la Comisión de Cultura del Concejo Vecinal de la Zona 18).

El pueblo Santiago Vázquez es la única localidad que no queda unida a la ciudad de Montevideo. En el límite del departamento, se caracteriza por estar rodeado de un centro ecológico natural, compuesto por humedales, bañados y monte indígena, que significaron un atractivo turístico a partir de la década de 1930. En ese contexto nació la Fiesta y se extiende hasta la actualidad, como resultado del impulso de sus pobladores.

Comenzó hace más de 80 años en la plaza frente a la iglesia y después la llevaron a orillas del Santa Lucía, cuenta Catalogne. Se suspendió durante algunos años por falta de apoyo económico y se reanudó en 2011, después de la creación del tercer nivel de gobierno. El municipio apoya con la infraestructura y la presenta como “la mayor fiesta de Montevideo con entrada libre”. El alcalde Gabriel Otero destaca la oportunidad que significa para los habitantes de toda la zona asistir a una fiesta que promueve la convivencia y ofrece espectáculos dirigidos a distintos públicos.

La programación incluye música tropical, folclore, rock y murga, entre otros géneros musicales. Sin embargo, no es el único criterio a la hora de organizar la grilla. “También se busca promover músicos emergentes y que exista paridad de género en las propuestas”, detalla Otero sobre los espectáculos, que son seleccionados junto con la fundación Fan de la Música.

“El viernes es más pachanguero”, dijo el alcalde en referencia al cierre de la programación del primer día, en el que se presentaron Damián Lescano y Gerardo Nieto. Al ritmo tropical lo precedió a primera hora la elección de Figuras del Río. Según Catalogne, en el concurso no se premia la belleza prototípica, sino que se evalúa la actitud hacia el espectador, el conocimiento de la zona y la originalidad del personaje presentado. Como ejemplo se refirió a la ganadora del año pasado: una señora que tenía como personaje a una bandera. También se destacó la actuación del dúo conformado por Paula de Alba y Federico Riefel. Paula es una inmigrante española que llegó atraída por el parecido de la murga uruguaya con las chirigotas gaditanas, y junto con Federico editaron su primer disco el año pasado, acompañados de una guitarra.

Hoy se esperan más de 10.000 personas, con la actuación a última hora de Once Tiros. La apertura de la segunda jornada está a cargo de Marcella Ceraolo, quien cuenta con diez años de carrera como solista y un disco editado el año pasado titulado Luz particular. La otra presencia femenina será Papina de Palma, cantautora encumbrada a partir de su primer álbum, Instantes decisivos. La programación hoy también incluye una actividad al margen de la música: la apertura del puente Barra de Santa Lucía, construcción emblemática de la zona desde su inauguración en 1925 que hoy es usado solamente para el tránsito local. El acto se hará en coordinación con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas a las 14.00.

El candombe y la samba también están presentes y abren la programación del último día de la Fiesta. “Este año se cambió el recorrido. Empieza en el río, se desfila por Luis Batlle Berres y se termina en la plaza La Segunda República Española. El cambio se produjo para que se terminara en un lugar donde se pudiera bailar sobre una superficie estable”, explica Catalogne sobre el desfile de comparsas y escolas do samba, que esperan mañana a las 14.30. A medida que pasan las horas también desembarca música para niños con el grupo Tutti Contenti y folclore con Canarios, junto a Tabaré Arapí, y Óscar Ramírez y su grupo.

“Son tres jornadas que vivimos para la Fiesta del Río”, explica el alcalde en referencia al entusiasmo de todos los vecinos y organizadores. Para ello, prevén servicio de emergencia móvil para cuidar la salud del público, al igual que ferias artesanales y gastronómicas, coordinadas por el municipio, que alientan a mantenerse en el lugar durante la presentación de los distintos artistas y significan un estímulo comercial para los vecinos. “A nivel económico lo espera todo el pueblo. Vienen de todo el municipio a trabajar en la fiesta. Significa una entrada de dinero extra. Sin embargo, lo que más se espera son los espectáculos, porque esto es bien pueblo: estamos aislados. De un lado está el río y del otro está la zona rural. Realmente hay personas que no salen de acá para ninguna fiesta, ni siquiera para alguna en el Paso de la Arena”, explica Catalogne.

“Tenemos líneas de ómnibus durante todo el año, pero los días de la Fiesta se refuerza el servicio”, explica Catalogne respecto de cómo llegar al escenario que van armando sobre el río Santa Lucía. El empeño está en que funcione todo correctamente para la construcción de nuevos puentes entre organizadores, músicos y el público, como aporte a la convivencia en el oeste de Montevideo.