A los 88 años, el empresario Franco Macri murió el sábado en su casa de Barrio Parque. Allí se encontraba recluido desde hacía meses. Su hijo mayor, el presidente argentino, Mauricio Macri, había dicho en una entrevista reciente que llevaba más de un año sin verlo consciente.

Muy atrás habían quedado ya los orígenes de Franco Macri como inmigrante italiano que pasó de trabajar como albañil a crear su propia constructora. El empresario tuvo su momento de gran despegue en la década de 1970. Parte de ese crecimiento llegó durante la dictadura argentina y a partir de contratos estatales para la construcción de grandes obras públicas. “Durante esos años, los Macri compraron el Banco de Italia, se quedaron con la obra de Yacyretá, acordaron con la dictadura paraguaya la construcción del puente Posadas-Encarnación, se hicieron cargo de la construcción de la Central Termoeléctrica de Río Tercero y la de Luján de Cuyo”, enumera en uno de sus libros la periodista y actual dirigente política Gabriela Cerrutti, recordó ayer el diario Página 12.

La adjudicación de obras públicas también les permitió a las empresas de Franco Macri consolidarse durante el menemismo, cuando él mismo y su familia alimentaban las noticias sobre la farándula. De acuerdo con la agencia de noticias Télam, la cementera Loma Negra, la planta de aluminio en Puerto Madryn y las centrales nucleares Atucha I y II, fueron otras de las obras a cargo del grupo Macri.

A finales de la década de 1990, el grupo ganó la concesión del Correo Argentino, contrato que mantuvo hasta 2003. Muchos años después, el presidente Macri sería acusado de beneficiar a la empresa de su padre con una quita de la deuda generada con la gestión del correo, un escándalo que se sumó a otros, como el de las cuentas offshore de la familia expuestas por los Panama Papers.

En el pasado, Franco Macri tuvo expectativas de que su hijo Mauricio siguiera sus pasos, y las decisiones del actual presidente de dedicarse a presidir Boca Juniors, en 1995, y a la política, después, fueron una decepción. “Tardé años en perdonarle que se hubiese ido de las empresas que con tan duro trabajo había fundado”, dijo en una entrevista. A su vez, su hijo recordó en una entrevista con La Nación: “Yo quería un lugar que me pusiera a prueba y dejar de ser ‘el hijo de’”.

En plena campaña electoral para la presidencia, en 2014, Franco Macri llegó a elogiar al rival de Mauricio, Daniel Scioli, y a decir que su hijo tenía “la mente de un presidente, pero no el corazón”. Recién cuando lo vio ganar las elecciones decidió “dejar atrás cualquier fricción” y darle su “completo apoyo”. Sin embargo, al evaluar su primer año en la presidencia le dio como puntaje un cinco, aunque responsabilizó al kirchnerismo por las limitaciones en sus logros. Muy distintos eran sus dichos sobre el gobierno de Carlos Menem, al que llegó a calificar de “milagroso”.

Ayer Franco Macri fue despedido por su familia en una ceremonia privada y enterrado en el cementerio de Pilar.